La construcción de la libertad        

Hugo Darquea López

Ser “persona” es la clave de la realización de cada ser humano. Ser “sociedad” en plenitud de ciudadanía es la superación de la masa y de las satrapías.  La persona y la comunidad solo se liberan, liberando la voluntad de construirse con la fortalece de su propia identidad.                                                                                                           

Hoy por hoy la globalización es una realidad mundial que pone los temas de la soberanía estatal o de la libertad personal y comunitaria, en el nivel objetivo de las costumbres, tradiciones y normas de relación social considerada desde la transformación profunda de mentalidad.

 Cada persona debe adoptar las exigencias del desarrollo científico y tecnológico para sin menoscabo de su conciencia existencial   trasladar del aquí y ahora su entorno y momento peculiares al vertiginoso proceso del intercambio de ideas, creaciones culturales, formas de convivencia que se intercalan con otros procesos.  

Así desde el nivel de la comunicación se expresan ya las palabras, las actitudes y la visión en sí mismo de lo que somos y de lo que queremos.  

De Singapur a Paris o Helsinki, de nuestra ciudad a Nueva York, el intercambio de productos culturales, hacen del mundo nuestro escenario. Por eso mismo es imprescindible afianzar la identidad que nos define y afirmar con peculiar personalidad el sentimiento de autonomía vital.

 Entonces al recordar el proceso Independista, valoremos en su trascendencia única la idea fundamental de que Cuenca siempre será Cuenca, la Ciudad Universitaria por antonomasia. En este 3 de noviembre, reflexionemos en el valor de la historia y de la cultura que nos definen como personas y como sociedad en la plenitud existencial de sabernos dueños de nuestro destino. (O)