La vida actual es el escenario en donde ves, los dramas, las luchas, los conflictos y la búsqueda ineludible de alcanzar los sueños y anhelos que todo ser humano desea, empero muchos nacen, envejecen y mueren sin llegar alcanzar sus objetivos, otros van y viene en este mundo sin brújula y sin puerto donde anclar sus esperanzas, mientras algunos luego de caminar un sendero de espinas al fin encuentran el sentido de la existencia. Siempre encontraremos, una luz que nos ayude a mirar el futuro, con la seguridad que encontraremos un mañana mejor. Nuestro gran Ecuador, se encuentra hoy en día, inquieto por la serie de circunstancias que nos rodean y nos ha perturbado la paz y la tranquilidad de la que veníamos gozando en cierto grado. La corrupción, el narcotráfico, la muertes violentas, los asaltos, el robo, el femicidio, la extrema pobreza, el descuido de nuestros mayores, la falta de medicinas en hospitales, centros y Subcentros de salud, falta de atención y medicinas en el IESS, el alto costo de la vida , pensiones jubilares que no alcanzan para cubrir servicios básicos, el alto precio de los combustibles, el abuso institucional administrativo y moral, es el común de las necesidades que hay que satisfacer, incluyendo la inseguridad jurídica en que nos debatimos, un justicia corrupta hasta la entrañas, tanto en fiscalías como juzgados, salvando honrosas excepciones, han transformado la patria y nos muestran a los ojos del mundo, como un estado » sin Dios ni Ley», sin embargo el Gobierno se muestra indiferente a estos problemas básicos y no los resuelve o no los quiere resolver, este es el caldo de cultivo para que las bandas narco-delictivas, se sigan apoderando ya no solo de los centros carcelarios, donde se han dado crueles batallas entre los «PPL» disputándose el poder por territorios para obtener y vender droga, sino también en los poderes del estado, lo cual nos llevaría necesariamente a convertirnos en tierras de carteles . Ahora bien frente a este panorama desolador, cómo es posible caminar con actitud valiente, en medio de tanta adversidad, es preciso no desalentarse que siempre habrá un pueblo aguerrido que nos salve a todos de perecer en una barca que se hunde por políticos corruptos y los malos Gobiernos, que son muy tolerantes o complacientes con sus «camaradas», porque sus candidaturas fueron financiadas por desaprensivos y oscuros personajes, a quienes se les paga favores desde las más altas esferas del Estado. (O)
