5 y 13 de Enero

Edgar Pesántez Torres

Ambas fechas tienen una connotación especial para quienes ejercen la profesión de comunicadores sociales, conocidos tradicionalmente como periodistas. Estos días fueron declarados como Día del Periodismo Ecuatoriano y Día del Periodismo Azuayo, en consideración a la aparición de los primeros periódicos en el Ecuador y en el Azuay los días señalados, en su orden.  

“Primicias de la cultura de Quito”, fue el primer periódico de nuestra historia, publicada el 5 de enero de 1792 por Eugenio de Santa Cruz y Espejo (1747-1797), promotor de la “Sociedad Patriótica de Amigos del País, que había resuelto publicar ese órgano de prensa. El periódico no estaba destinado a dar noticias y publicidad como fue el arranque del periodismo en el mundo, sino más bien textos de opinión, consignados a fomentar los intereses de la comunidad y divulgar tesis ideológicas, como ensayos y discursos. Apenas llegó a 7 números, pero abrió una nueva etapa de comunicación y cultura, sembrando ideales libertarios.  

El “Eco del Asuay” circuló por primera vez el domingo 13 de enero de 1828, fundado y dirigido por Fray Vicente Solano, semanal y dominguera, hasta llegar a la edición 26, último número que se difundió el 6 de julio del mismo año. El primer número vino con el epígrafe: “No basta decir a los ciudadanos: sed buenos; es necesario enseñarlos a serlo”. En su despedía colocó el epitafio: “Aquí yace un majadero/ Que nos habló en guirigay, /Llamóse Eco del Asuay, / Lo mismo que decir cero. / No llores pasajero/ Pues que nos dijo verdades, / Sin usar de necedades, / Como se estila en el día; /Luego sabes a porfía/ Vengarte de sus maldades/”.

Los dos afamados ciudadanos fueron pioneros del periodismo, revelaron incorrecciones e inmoralidades de los poderosos, proyectaron lecciones de denuncia antes nunca sospechadas. Más tarde, con el periodismo cayeron conspicuas almas malignas y las cárceles se abarrotaron por el trabajo de la prensa antes que del sistema judicial. La prensa nació para ser un contrapoder del totalitarismo y de la corrupción.  

Cuando las instituciones del país sufren de gangrena, la prensa no es indemne a esta epidemia, no obstante, algunos medios clásicos y digitales vienen de hacer un trabajo arduo y honesto contra la corrupción, incluida la narcopolítica.  Por ello es de resaltar profesionales de la prensa que con valor han contribuido con la justicia, investigando y denunciando las patrañas de gobernantes y sus corifeos. (O)