Insatisfacción vial

Si bien no de manera expresa, el ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), César Rohón, dejó un mensaje claro, sincero además, al Azuay: no hay recursos para satisfacer las exigencias viales de la provincia.

Entre tales exigencias consta la reconstrucción de la vía Cuenca-Girón-Pasaje, la más deteriorada, olvidada y peligrosa a la vez.

Pensar en una nueva vía entre Cuenca y Guayaquil, tal como es el ideal de los sectores productivos y de la ciudadanía en general, al menos con un Gobierno en retirada ni pensarlo. A lo mejor ocurra igual con el próximo.

Para esta vía se hablada de concesionarla aplicando la modalidad de alianzas público-privadas.

Las autoridades seccionales, tan pronto como asumieron sus cargos se abanderaron de tan grave problema, el más acuciante de la provincia.

Se integró un comité coordinador de infraestructura vial liderado por ciudadanos, si bien el Gobierno organizó el suyo, imbuido por su plan vial, lanzado con tanta parafernalia.

A causa del fuerte invierno se declaró la emergencia. Terminó su vigencia, pero no varió la situación. Tiempo perdido.

Ahora la provincia debe contentarse con USD 3.2 millones para arreglar la Medio Ejido-Sayausí, la rehabilitación de 9.5 kilómetros de la Panamericana Norte, mantenimiento de la Cuenca-Girón-Pasaje, su limpieza; igual de la Cuenca-Molleturo-El Empalme.

Excepto en aquel tramo de la Panamericana, para los otros trabajos intervendrá el Gobierno Provincial y el Municipio de Cuenca. Sus representantes firmaron un convenio con el ministro Rohón.

Por hacer la limpieza, esas dos entidades recibirán a cambio el material pétreo del cerro Tamuga.

No hay nada en relación al pedido de transferir competencias sobre la Cuenca-Azogues-Biblián, concesionada a la empresa Hidalgo-Hidalgo cuando se hablaba de construir el acceso sur a Cuenca y otras obras a lo largo de su trayecto.

En concreto, eso es todo. ¿Contentan al Azuay con tan poco?