La cuencana que asesora las finanzas de los inmigrantes en Nueva York

Andrea Theran es una cuencana que cuenta con una oficina en Queens, en donde ayuda a los inmigrantes.

La educación financiera es la clave para desarrollarse: por lo menos así lo cree Andrea Theran, una cuencana que fundó “World Changers”, una organización dedicada a asesorar gratuitamente a ecuatorianos radicados en New York desde hace ocho años.  

Desde su juventud, Andrea estuvo relacionada con los voluntariados, sin embargo, su vida cambió completamente cuando pasó por un momento de vulnerabilidad económica con su familia.

Fue allí cuando cayó en la cuenta de la importancia de contar con una guía financiera, ya que, las personas al saber qué hacen con su dinero y tener claro en qué se gasta y en qué se invierte, su vida puede mejorar considerablemente.

Y esto se refleja en las personas que salieron de Ecuador con el objetivo de buscar mejores ingresos en Estados Unidos.

En muchas ocasiones, los inmigrantes, a pesar de que su plan era volver a su país una vez que se haya trabajado, ya no pudieron porque se quedaron en un círculo porque no lograron salir al no hacer las inversiones correctas.

“Una vez que llegamos pensamos que no necesitamos ayuda porque pensamos que estamos financieramente bien porque solo solventamos ese momento, pero no lo hacemos para estar tranquilos, para decir ahora sí quiero regresar a Ecuador. Necesitamos metas fijas”, dijo Theran.

Además de las asesorías, otro de los proyectos que ha impulsado Andrea es “Ecuatorianos en New York”, una cuenta en Instagram en la que se comparte la biografía de aquellos ecuatorianos que ofrecen sus distintos servicios y productos en Estados Unidos.

Fotógrafos, músicos, artistas, deportistas, cantantes. No importa a qué se dediquen. La idea es generar una conexión, una comunidad ecuatoriana que se apoye entre sí.

De alguna manera aquella comunidad ha ido surgiendo, ha ido formándose porque la necesidad de mantener a los ecuatorianos conectados y unidos está latente. Así lo piensa Andrea, que en cada encuentro, en cada paso que da, siempre trata de extender la mano sus compatriotas sin esperar absolutamente nada a cambio. (I)