El postdebate

Tras el debate entre Luisa González y Daniel Noboa, varios aspectos quedan flotando. Deben ser materia de más análisis en estos últimos tramos de la campaña electoral.

Acostumbrados a discutir sobre quién ganó el debate, el desempeño de los contendientes, a ridiculizarlos o a ensalzarlos, entre otros aspavientos, conviene exigirles mayores precisiones en temas como la dolarización, el uso de la reserva internacional, el déficit fiscal, el narcotráfico, los cada vez más bajos ingresos para el Estado, y aún de la inseguridad.

No está claro, por ejemplo, el futuro de la dolarización, en especial por parte de Luisa González, no así el de su rival, abiertamente favorable a mantenerla, tal como es la aspiración de casi todos.

Ella se muestra a favor, mientras en el IX Encuentro del Grupo de Puebla – uno de cuyos asistentes es el expresidente Correa, entre otros líderes del Siglo XXI – se planifica la desdolarización de la economía del mundo como parte de la lucha geopolítica contra Estados Unidos.

La contradicción aflora por si sola. Se trata de un tema delicado, sobre el cual no deben quedar cabos sueltos u ofertas señuelo para luego hacer lo contrario.

El uso de la reserva internacional, prohibido por la ley, es otra propuesta merecedora de claridad. No debe quedarse únicamente en el ámbito de los analistas económicos, sino ser parte de discusión colectiva, en cuyo caso conviene alimentarla con todos los insumos informativos para dilucidar mejor.

Usarlas, sea para enfrentar, como último recurso, los potenciales daños del fenómeno de El Niño, como propone Noboa; o “cogerse”, como plantea González, USD 2.500 millones para supuestamente reactivar la economía, aun a costa de tremendos desajustes y riesgos, vale discutirlas a fondo, mucho más si se trata de dinero ajeno.

Sobre las generalidades y las ofertas sin los cómo cumplirlas, aquellos y otros temas no deben quedar en la opacidad o tomados como si fueran poca cosa. Al contrario. (O)