Semana particular

Tatiana Neira Alvarado

Esta semana ha sido particular, con celebraciones vernáculas e importadas.

Halloween, a despecho de muchos –me incluyo-, llegó para quedarse, se va volviendo una tradición, el disfraz y la fiesta encantan, es un signo más de la globalización.

Celebramos también la independencia de Cuenca, con gran cantidad de eventos que convocan a los nativos y a miles de turistas nacionales y extranjeros que se dan cita en esta hermosa ciudad de los ríos, para disfrutar de su belleza, de las fiestas y la calidez de su gente, dinamizando la economía.

Entre el disfraz y la efemérides, está el Día de los Difuntos, para muchos un día de recogimiento, de recuerdo y homenaje a sus muertos; los cementerios aquí y en el mundo se llenan de gente, de flores y otras ofrendas dependiendo del lugar; siempre recuerdo a los míos, a propósito de ellos, me encanta lo que dice Pedro Capó en su canción La Fiesta, la gente buena no se entierra, se siembra, creo que tiene razón, pues sus semillas nunca dejan de germinar. (O)