Algo huele mal en Dinamarca

Tatiana Neira Alvarado

Quienes integren el Comité de Expertos del concurso para la selección y designación de jueces de la Corte Nacional de Justicia, deben tener sin lugar a dudas esa condición, pues sólo expertos en las materias están en capacidad de elaborar el banco de preguntas y casos prácticos, así como conformar el tribunal de calificación.

La resolución que los nombra, provoca serias dudas: el vocal Murillo objeta la experticia, vota en contra; la suplente Yupangui, pronuncia una “perla” y vota a favor: “…tampoco participé desde el principio, pero me quedaría mal sabor el obstaculizar el trabajo que ya se ha hecho, no sé si esté bien, no sé si esté mal, no estoy para juzgar ese tema…”, Terán pronuncia una verborrea incomprensible, en la que llega a justificar la falta de capacidad o de conocimiento que se solventarán con conocimientos universales del Derecho, a favor.

¿Por qué Morillo da quorum y Yupangui aprueba, si no sabe si está bien el proceso?, de Terán ni hablar.

“Algo huele mal en Dinamarca” (O)