La CES-AL tiene la huella de José Manuel

Karina Elizabeth López Pino

Aunque fue profesor en la UNAE no tuve la oportunidad de conocerlo pese a que estábamos atrapados en el mundo de la letras. Allá por el año 2019-2020 mientras yo corregía libros y revistas de la Editorial UNAE, José Manuel Castellano Gil fortalecía la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina CES-AL.  Como buen español nada le significó un obstáculo para lograr su objetivo. Desde el 2005 con su temple y manera directa de decir las cosas logró que la CES-AL democratizara el conocimiento y la cultura, que muchas veces terminaba siendo el privilegio de pocas élites.

Con ayuda de sus pupilos, jóvenes en formación para ser docentes, fortaleció este espacio gratuito y libre de trámites burocráticos. En el 2020, un año difícil para la humanidad, dio alas a los nacientes y consagrados escritores del mundo. Gracias a su perspectiva las publicaciones de libros están al alcance de tan solo un clic de su blog; espacio donde reposan muchas propuestas para ser leídas.

El trabajo del español que amaba Azuay y Cañar deja profunda huella en quienes tuvimos el honor de conocerlo. Aunque no era de muchas palabras, siempre tenía un tema interesante y polémico que tratar y denunciarlo incluso en el medio digital alternativo denominado La Clave, también creado por él. Tras su muerte en diciembre del 2023 ya no podrá enseñar, escribir libros, convocar a concursos de escritura, denunciar temas sociales y exaltar la belleza de Cuenca, una ciudad que él amaba.  

El coronavirus llegó para matar la arrogancia ¿Habremos aprendido la lección? fue mi tema publicado en el libro: “Testimonios, vivencias, reflexiones e imágenes en tiempos de COVID 19”, uno de los libros exitosos que fue publicado en el 2020 por la CES-AL y diario El Mercurio. Gracias José Manuel por impulsarme a publicar mi primera novela: “Young Shu el extraordinario perro salchicha”; fue su editorial la que me abrió las puertas y desde entonces, no he parado. (O)