Los mercados de Cuenca ya «huelen» a Carnaval

A través de los platos típicos, como el motepata o los dulces de las distintas frutas, cambia a los centros de abastos.
A través de los platos típicos, como el motepata o los dulces de las distintas frutas, cambia a los centros de abastos.

Cuando el Carnaval se acerca, los mercados de Cuenca se transforman, y no precisamente por el agua, la carioca, la maicena, las bombas o la decoración, sino por la gastronomía.

A través de los platos típicos, como el motepata o los dulces de las distintas frutas, cambia a los centros de abastos. Les da otro matiz.

Para comprobarlo basta con adentrarse en ellos. Los olores y colores en los comedores son distintos en esta época del año. Se vuelven a colocar los letreros en que dicen: “sí hay motepata” o “dulces de Carnaval”. Las cocineras y las meseras invitan a los andantes a sentarse y probar la gastronomía carnavalesca.     

Y en este año no ha habido excepciones. Desde mediados de enero, de a poquito, se ha empezado a preparar el motepata y los dulces de higo, de leche, de durazno porque los propios comensales son los que piden.

“Hace unas dos semanas empecé a hacer los dulces. Se vende de a poquito porque siempre nos adelantamos. Hay algunas personas que ya quieren comer los dulces en enero, entonces se hace. Pero ahora, cuando falten poquitos días para el Carnaval, la gente viene a buscar”, dijo Rosa Cajamarca.

Michelle Rogel, junto con su madre, Rosa Cajamarca, armaron un carrito de dulces en el segundo piso del mercado 10 de Agosto.

Rosa es una comerciante del mercado 10 de Agosto. Desde hace más de quince años ella prepara los dulces que hoy exhibe y vende en el segundo piso del centro de abastos. En un carrito bien vistoso reposan los dulces recién hechos. La gente, de tanto en tanto, los compra, ya sea para llevarlos en una tarrinita o comerlos al paso con pan y queso.

Motepata, plata exquisito

Al otro lado de donde está el carrito de dulces de doña Rosa Cajamarca se encuentran las cocinas. Hasta hace solo una semana los visitantes podían encontrar únicamente secos, caldos y sopas. Pero con la llegada del Carnaval, gran parte de los espacios empezaron ya a elaborar el motepata.

En el espacio, entre las sillas y las mesas, lo primero que se escucha una vez que se ve el motepata es “qué rico”. Hirviendo, rebosando de mote, con ají, el plato insigne del Carnaval está listo para ser servido no solo a los cuencanos.

Al menos en los últimos cinco años, turistas nacionales y extranjeros se han volcado a los mercados para probar su gastronomía.

“El motepata de Cuenca es bien buscado. Los turistas vienen acá solo para probarlo. Ya hemos visto en los feriados anteriores. El mercado está lleno de gente. Esperamos lo mismo la próxima semana”, dijo María Rojas, quien desde la semana pasada ya vende el motepata.

Con la gastronomía y las distintas propuestas, el mercado 10 de Agosto espera atraer a propios y extraños en los días de Carnaval.

El chancho no puede faltar

Asimismo, desde tiempos inmemorables, el chancho ha sido asociado con el Carnaval. Sin importar su presentación, hornado, a la barbosa, fritada o cascarita, no puede faltar en las celebraciones. Lo mismo sucede en los mercados. Si bien los platos que se obtienen del chancho están disponibles todo el año, en los centros de abastos aumentan su venta una vez que llega Carnaval.

En el mercado 27 de Febrero ya se alistan para recibir y atender a todos los turistas que estarán en Cuenca en el feriado que inicia el 10 de febrero y se extenderá hasta el 13 de febrero.

“El 27 de Febrero en Carnaval presenta una variedad de dulces y platos, como la carne asada, el cuy, el motepata y nuestro exquisito plato, que es el hornado y que nunca falla”, dijo Esperanza Machuca.

Esperanza lleva un cuarto de siglo vendiendo el chancho hornado. Cada año, en los puestos 55 y 56, vende sus platos, acompañados de mote, llapingacho y ensalada. Por su sabor, la sazón de Esperanza ha sido reconocida en la ciudad y el país.

El hornado de Esperanza Machuca no faltará en el mercado 27 de Febrero.

Y ahora, conforme se acerca el Carnaval, ella se alista para ofrecer a sus clientes sus platos. Para este año, en el feriado, Esperanza prevé que se venda entre 20 y 30 chanchos hornados, ya que los visitantes son por cientos.  “Esperamos que nos visiten. Acá se les trata bien y se les da buenos platos. Este feriado es una oportunidad para conocer el 27 de Febrero y probar toda su gastronomía”, dijo Esperanza. (I)