Hugo Barrera tuvo en su madre Zoila Segovia un gran soporte para desarrollar su talento en el fútbol. Cuando tenía 16 años y jugaba con Deportivo Gloria en el Ascenso, ella se encargada de ponerlo de pie a las 05:30.
Sabía que su hijo debía madrugar para despertar al resto de sus compañeros. El entrenamiento empezaba a las 06:00 por el sector de la llamada ‘Correccional’, en la Feria Libre.
Barrera dice con propiedad “el fútbol nació conmigo”. Empezó a mostrar su talento en la Escuela Federico Proaño pese a que nadie le enseñó a dominar el balón.
Las veces que pudo, tomó la mano de su vecino Luis Mendieta -exgloria del fútbol e indor azuayo- para ingresar al estadio y observar a figuras del balompié local.
Ellos le inspiraron para empezar a entrenar por su cuenta, a dominar “pelotitas de trapo”, hacer cascaritas y a correr detrás del balón por el patio de la casa.
Esa costumbre la adaptó después en su etapa profesional. Durante las vacaciones le gustaba ir a trotar al parque El Paraíso donde llegó a coincidir con Rolando Vera y Hans Ortega, futbolista cuencano al servicio de Liga de Quito.
“Jamás me lesioné”, resalta. La única lesión de consideración que tuvo fue en un compromiso contra Liga de Portoviejo. El delantero Ramón Manzaba (+) le rompió la nariz de una patada.
Inicios en el profesionalismo
Su historia en Deportivo Cuenca empieza en 1971. El argentino Carlos Raffo tomó como base del plantel a la Selección del Azuay. A los 22 años firmó su primer contrato.
Fue en la presidencia de Alejandro Serrano Aguilar. El único pedido que hizo fue hablar con Deportivo Gloria para que puedan negociar su pase.
Como parte de pago le entregaron una camioneta Datsun 1200. El resto quedó pendiente. Con el tiempo se olvidaron del compromiso pactado.
El sueldo que recibía como contador del Hotel Cuenca le ayudaba a equilibrar sus finanzas.
En su época de futbolista activo admiraba a Alberto Spencer. En 1971 lloró de la emoción. El DT Raffo le confirmó de titular contra Barcelona SC, en Cuenca, aunque su misión era no dejarle respirar a ‘Cabeza Mágica’.
Su sorpresa fue cuando “me tocó el hombro, me viré y me dio un puñete que me partió el labio. No imaginé que iba a actuar de una forma que nunca lo hizo».
Después del partido se disculpó. «Me dijo: vas a ser un fenómeno. Cuando dejó el fútbol, como entrenador, me quiso llevar a la Universidad Católica, al Emelec, al Técnico Universitario, pero el Cuenca no me vendió”.
Nueva posición de Barrera
Con la llegada de Rodolfo Zamora a la dirección técnica del Cuenca, en 1973, Barrera empezó a jugar como marcador de punta.
Años después le arrebató el puesto a Alfonso ‘Rey’ Quijano, quien llegó al Club después de festejar cuatro títulos con Barcelona SC (1963, 1966, 1970 y 1971).
En 1978, frente a Barcelona, le mandó al hospital a Ángel Liciardi, con quien hasta ahora mantiene una buena amistad. Barrera cambió de posición con Iván Caicedo al ver que el ‘Tano’ le “decía algunas cositas” al ‘Clavo’.
En 1981 tomó la decisión de retirarse del Cuenca junto a ‘Pipo’ Vélez. Barrera señala que por reclamar un mejor trato al futbolista cuencano (sueldo y minutos en cancha) empezó a enemistarse con los dirigentes.
En 1982 se vinculó a la Liga Universitaria de Cuenca, pero al perder la categoría de forma automática (de la Serie B a la Segunda Categoría) por sobornar al árbitro de un partido, tomó la decisión de colgar los botines.
Otras facetas de Barrera
Como asistente técnico de Ramiro Blacutt recuerda que el boliviano le pidió que le cuidara a Carlos ‘Ventarrón’ Quiñónez. “Todos los días, después de dar clases en la Universidad, me iba a su casa y le decía: vengo a tomarme un tinto nada más”.
Ante la salida de Blacutt por enfermedad de su esposa, tomó las riendas del equipo de manera interina. Algo que resalta en esas nuevas facetas fue el cariño que percibía de los hinchas cada vez que ingresaba al estadio.
En la actualidad, Barrera, de 75 años, disfruta de su jubilación. Además de ser docente universitario, fue profesor en el Colegio Antonio Ávila. Los sábados se toma un tiempo para reunirse con los amigos.
El día que reciba el llamado del Todopoderoso le gustaría que le recuerden como “una persona tranquila que siempre estuvo dispuesto a colaborar”.
Algo más sobre su carrera deportiva
- Hugo Barrera es de los contados futbolistas cuencanos que pudo integrar una selección nacional en tres temporadas distintas: 1972, 1975 y 1978.
- El narrador deportivo Leonardo Muñoz Eljuri (+) le bautizó como ‘Vitalac’. Relacionó el nombre de una empresa que distribuía leche, con el significado de: ‘tener leche’ = ‘tener buena suerte’.
- El mejor momento que le regaló el fútbol fue cuando sus compañeros, en especial los extranjeros entre ellos Liciardi, invitaron a su madre a viajar en avión a Guayaquil. Fue en agradecimiento a la atención que recibían en la venta de verduras.
- La pregunta que sigue rondando en su cabeza es ¿por qué no me vendieron a Barcelona SC en 1971, 1972?
- En 1971, en el primer partido de local del Cuenca, Barrera fue el autor del segundo gol en el triunfo por 2-0 contra Norte América.
- Barrera fue el autor del primer gol del Cuenca como visitante. Fue contra Juventud Italiana en Manta.
Texto: Bolívar Sinchi T.
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