Lisseth Ayoví es triple campeona panamericana

Aunque no mejoró sus marcas Lisseth Ayoví no tiene mayores exigencias en el ranking olímpico rumbo a París 2024.

A la fecha marcha cuarta en el escalafón con un registro de 121/155/276, su mejor marca personal impuesta en el Mundial el año pasado.

Este miércoles 28 de febrero, en el Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas en Caracas, Venezuela, intentó 158 kg en envión, lo que le trajo más de un susto a sus entrenadores y equipo técnico, ya que resbaló sobre la plataforma y la peor parte la llevaron sus rodillas.

“No sé qué pasó, yo creo que se me resbalaron los pies o son los zapatos, pero estamos bien gracias a dios, ahora recuperarnos y preparando para (Copa Mundial) Tailandia, que vendrán cosas mejores”, explicó Ayoví, que necesitó apoyo para subir a la plataforma a recibir sus tres medallas doradas.

En el arranque la deportista no tuvo mayores inconvenientes. Cumplió sus tres intentos y fijó su marca en 118 kg.

En envión ocurrió lo mismo en sus primeras dos oportunidades con 146 kg y luego 151 kg, parecía que no le hacía peso la barra y la levantaba de forma muy limpia.

No obstante, la venezolana Naryuri Pérez, quien también está en pos de la clasificación olímpica, quiso darle pelea, y trató de levantar 152 kg en su último intento, algo que no consiguió.

Lisseth tenía aseguradas sus medallas de oro, pero su intensión era igualar su total olímpico alcanzado el año anterior en el Mundial, donde se colgó bronce con 276 kg.

Intentó 158 kg en envión, pero resbaló y no pudo lograrlo. Al final su registro quedó en 118/151/269

“Muy agradecida con Dios por este nuevo logro, no contenta con las marcas, pero estamos para seguir mejorando”, dijo Ayoví. “Estas medallas se las dedico a Dios, a mi familia, a mis entrenadores y compañeros, y a todo el público ecuatoriano que está pendiente de nuestras competencias”.

Ahora el equipo médico evalúa la dolencia en una de sus rodillas y estaba previsto realizarle una ecografía para descartar cualquier novedad.

Se conoce que el dolor disminuyó y la atleta ya podía caminar.