La Cancillería ecuatoriana pidió que se autorice a la Policía Nacional el ingreso a la Embajada de México, para capturar al exvicepresidente Jorge Glas.
A través de una nota verbal, la Cancillería ecuatoriana solicitó a la Embajada de México que se le autorice el ingreso de la Policía Nacional a la sede de la misión diplomática, para proceder con la detención del exvicepresidente Jorge Glas, quien es requerido por la justicia ecuatoriana.
En el documento que se hizo público, el Ministerio de Relaciones Exteriores le pide a las autoridades mexicanas que respondan a los comunicados previos, del 17 de diciembre del 2023, del 10 de enero del 2024 y del 29 de febrero del 2024, en los que se le informó que Glas, tiene en su contra causas penales y un pedido de localización y captura de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), por el delito de peculado.
La Cancillería ecuatoriana además dejó claro que Glas no es un perseguido político, sino un sentenciado y procesado de la justicia, por casos de corrupción, se advierte que no cabe la posibilidad de que se le otorgue el asilo político, el cual ha sido solicitado por el exmandatario.
“A la luz de los elementos mencionados y del tiempo transcurrido (…) la Cancillería solicita el consentimiento del jefe de misión diplomática mexicana para que las fuerzas del orden ingresen a los locales de la misión y cumplan con la captura del señor Jorge David Glas Espinel”, se señaló en el oficio.
Jorge Glas se refugió en la Embajada de México en Quito el 17 de diciembre del 2023, con el objetivo de evadir un pedido de localización y captura de la Fiscalía General del Estado, la que le inició una investigación por el delito de peculado, por el mal uso de los fondos recaudados para la reconstrucción de Manabí, después del terremoto de abril del 2016.
¿Se puede ingresar a la Embajada de México en busca de Glas?
Según Luis Narváez, experto en diplomacia, la posibilidad de que el Estado mexicano le autorice a la Policía ecuatoriana el ingreso a su sede es remota, pues, aunque se llegue a demostrar que Glas no es un perseguido político, sino un sentenciado por corrupción, la decisión final la tienen este país, que actualmente alberga en su territorio a exlegisladores del correísmo, la misma línea política del exvicepresidente.
Además, Narváez puntualizó que un ingreso por la fuerza debe ser descartado pues, la Convención de Viena sobre Relaciones Internacionales y otros tratados protegen al Estado Mexicano, que tiene derecho a preservar su jurisdicción; entrar sin autorización sería ilegal y rompería las reglas del Derecho Internacional.
No cabe un salvoconducto
Para el constitucionalista José Chalco, la estrategia jurídica del Gobierno ecuatoriano en este caso es acertada, pues se debe insistir en demostrar que Glas no es un perseguido político, que tiene una sentencia penal en su contra y que, si el Estado mexicano le otorga el asilo, las autoridades ecuatorianas no emitirán el salvoconducto que le permita salir de Ecuador.
“La Embajada de México no ha demostrado previamente una cooperación con el Gobierno del Ecuador durante el último tiempo; así se convertiría en un acto violatorio al Convenio Internacional sobre Asilo de 1954, pues no cabe para quienes tienen procesos de justicia penal, como es el caso”, señaló el experto.
Un premio a la corrupción
Para Germán Rodas Chaves, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), la decisión del Gobierno mexicano, de no dar una respuesta positiva para que Jorge Glas sea apresado, deja un mensaje de impunidad en la región, en la que, por una tendencia política se protege a personas sobre las que se ha demostrado que han incurrido en actos de corrupción.
“No está por demás hacer el intento, pero México, desde hace dos siglos, maneja el asilo de una manera institucional, me temo que, por esa razón, no hará caso a este planteamiento”, puntualizó el coordinador de la CNA.
Para Rodas, lo que queda en duda es el accionar de las autoridades del Ecuador, pues no debieron permitir, si ya se contaba con una orden de captura, que Glas ingrese a esta sede diplomática, lo cual también evidencia el nivel de corrupción en los órganos de justicia, que seguramente filtraron información que le llegó al exvicepresidente.
