Fin a los “sueldos dorados”

Los “sueldos dorados” en ciertas instituciones y empresas públicas no son una realidad de ahora. Lo son quien sabe desde cuándo.

Si a eso se suma la altísima burocracia, ineficaz en la mayoría de los casos, es fácil deducir cómo se drenan los recursos del Estado.

Hay un grupo privilegiado de burócratas, en especial en las empresas públicas, cuyos sueldos mensuales hasta quintuplican o sextuplican el destinado para el Presidente de la República.

Según el Ministerio del Trabajo (MT), hay más de mil empleados con esos privilegios.

En estos días los ecuatorianos no salen del asombro al enterarse de algunos “sueldos dorados”. En la CNL EP, los de 128 personas superan la remuneración fijada para el Presidente: USD 5.072. Sólo el jefe de Tesorería, en Esmeraldas, una de las provincias más pobres y violentas del país, percibe $ 64.845 al mes; $ 35.231 un técnico de mantenimiento en Manta; $ 28.460 un asistente técnico de operaciones 6 en Santa Elena.

En Petroecuador, otra de las “mecas” de la “dorada burocracia”, los sueldos de 469 empleados superan al del Presidente.

Según decreto presidencial expedido en 2018, los sueldos de ningún funcionario del sector público pueden superar al establecido para el primer mandatario.

A juicio del MT, ese decreto ha sido letra muerta, como lo son – decimos nosotros – otros tantos, incluso leyes.

Ahora quiere poner fin a esos privilegios, estableciendo, mediante decreto, las remuneraciones mensuales unificadas para servidores y trabajadores de las entidades públicas. Para su operatividad ha fijado un nivel jerárquico, partiendo del grado 10 con $ 5.072 hasta el 1 con $ 2.115.

Incluyen a las de régimen seccional autónomo y las empresas públicas. En ninguna circunstancia deben ser iguales o superiores al del Presidente.

¿Quién los hará cumplir? El decreto ¿tiene efectos retroactivos, o primará el cuento de los “derechos adquiridos” o de ser entidades autónomas como los GAD?

Fin a los “sueldos dorados”

Los “sueldos dorados” en ciertas instituciones y empresas públicas no son una realidad de ahora. Lo son quien sabe desde cuándo.

Si a eso se suma la altísima burocracia, ineficaz en la mayoría de los casos, es fácil deducir cómo se drenan los recursos del Estado.

Hay un grupo privilegiado de burócratas, en especial en las empresas públicas, cuyos sueldos mensuales hasta quintuplican o sextuplican el destinado para el Presidente de la República.

Según el Ministerio del Trabajo (MT), hay más de mil empleados con esos privilegios.

En estos días los ecuatorianos no salen del asombro al enterarse de algunos “sueldos dorados”. En la CNL EP, los de 128 personas superan la remuneración fijada para el Presidente: USD 5.072. Sólo el jefe de Tesorería, en Esmeraldas, una de las provincias más pobres y violentas del país, percibe $ 64.845 al mes; $ 35.231 un técnico de mantenimiento en Manta; $ 28.460 un asistente técnico de operaciones 6 en Santa Elena.

En Petroecuador, otra de las “mecas” de la “dorada burocracia”, los sueldos de 469 empleados superan al del Presidente.

Según decreto presidencial expedido en 2018, los sueldos de ningún funcionario del sector público pueden superar al establecido para el primer mandatario.

A juicio del MT, ese decreto ha sido letra muerta, como lo son – decimos nosotros – otros tantos, incluso leyes.

Ahora quiere poner fin a esos privilegios, estableciendo, mediante decreto, las remuneraciones mensuales unificadas para servidores y trabajadores de las entidades públicas. Para su operatividad ha fijado un nivel jerárquico, partiendo del grado 10 con $ 5.072 hasta el 1 con $ 2.115.

Incluyen a las de régimen seccional autónomo y las empresas públicas. En ninguna circunstancia deben ser iguales o superiores al del Presidente.

¿Quién los hará cumplir? El decreto ¿tiene efectos retroactivos, o primará el cuento de los “derechos adquiridos” o de ser entidades autónomas como los GAD?