El gobierno pide mi opinión

David Samaniego Torres

Divaguemos un tanto, no conviene perdernos. Nos consultan porque vivimos una democracia. Los dictadores no lo hacen, simplemente dictan aquello que requieren o que se les ocurre. El próximo domingo estaremos en las urnas para expresar nuestro personal criterio sobre ONCE PREGUNTAS de importancia para el régimen. Me permito compartir con ustedes, a continuación, algunos criterios que pueden hacernos más fácil y responsable la preparación para el evento cívico del próximo domingo.

1.CONCORDANCIA. Si para el gobierno del presidente Noboa es importante que las once preguntas sean aprobadas por nosotros, en las urnas, significa que tienen mucha importancia para gobernar con mayor seguridad y conseguir resultados positivos para nuestro Ecuador. Nos toca analizar, pregunta por pregunta, si existe concordancia entre lo que se nos pide aprobar y el futuro de nuestro país.

2.RESPONSABILIDAD. Creo que a todo nivel nos hemos vuelto doblemente conflictivos los ecuatorianos.  No hacemos ni dejamos hacer, puede ser la frase que retrata esa manera de proceder. Seguimos manteniéndonos fuera de la búsqueda de soluciones, miramos los toros desde lejos, no bajamos al ruedo, nos disgusta lidiar.

Nuestra responsabilidad la ponemos nuevamente en jaque. No cabe convertirnos en testigos de un desastre o en sepultureros de causas perdidas. Urge entonces convertirnos en actores, cerrar los ojos al quemeimportismo y abrirlos para poder llamar al pan, pan y al vino, vino.

3.AL PAN PAN, AL VINO VINO. Aquello que es trascendente, es decir que va más allá de la caducidad de un día o de la imposibilidad de un ayer lejano, debe ser tratado con la suficiente ponderación de posibles efectos y con la seguridad de que las normas que se aprueben van a servir al robustecimiento del civismo y que se convertirán en herramientas para mejor administrar el estado. Es decir, no podemos contentarnos con actuaciones mediocres, al pan y al vino cabe solamente llamarlos por su propio nombre.

LA RETIRADA. Tengo para mis adentros que la hora de la retirada para fuerzas abiertamente adheridas al mal, está por llegar. Esta consulta pretende aclarar el panorama y situar en su puesto a los enemigos del bien. Una calma chicha a nivel de país a nada conduce. El comando pernicioso de las fuerzas del mal es lo que se pretende aniquilar. Si tenemos un presidente dispuesto a luchar por darnos seguridad y paz, debemos apoyarlo dándole herramientas para hacerlo. (O)