Desde la medianoche del 4 de junio del 2024 entró en vigor la orden ejecutiva emitida por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Con ella se busca la restricción de la migración, limitar las solicitudes de asilo, acelerar la expulsión de quienes no cumplen con requisitos para solicitar la protección humanitaria y aumentar las consecuencias de quienes cruzan su frontera sur de forma ilegal.
En una conversación que las autoridades estadounidenses mantuvieron con medios de la región explicaron la forma en que se aplicará esta medida, que pone límite a las solicitudes de asilo que pueden ser ingresadas diariamente.
Blas Nuñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, señaló que diariamente solo se permitirán 2.500 detenciones. Cuando se pase ese número, se elevará el estándar con el que se califica las solicitudes de asilo. Si la persona no logra probar que su vida corre riesgo, será deportada de forma inmediata.
El subsecretario recalcó que la medida estará vigente hasta que el número de encuentros se mantenga, por 14 días seguidos, por debajo de los 1.500. Esta cifra las autoridades consideran que es el número idóneo para que su personal realice una correcta evaluación de las solicitudes de asilo. En cuanto el flujo migratorio se incremente, la medida se retoma.
Cambios en el procesamiento del asilo
Blas Nuñez-Neto señaló que la restricción de la migración emitida por Biden hace tres cambios claves al procesamiento de solicitudes de asilo, en épocas de mayor flujo migratorio:
- Las personas que cruzan la frontera de forma ilegal ahora no serán elegibles para el asilo. Esto se aplicará con muy pocas excepciones y para situaciones realmente serias.
- Quienes crucen y sean procesados para la deportación acelerada solo serán remitidos con un oficial, para el tratamiento de su solicitud, si logran probar que el temor a volver a su país es creíble.
- Los Estados Unidos seguirá cumpliendo con sus compromisos internacionales con las personas que manifiestan temor, pero las entrevistas se van a hacer con un estándar más alto del que se usa hoy en día.
“Son medidas mucho más fuertes que las que se han tomado anteriormente; como se las procesará de forma inmediata, significará la expulsión casi inmediata de todos los que se encuentren en la frontera”, dijo el subsecretario.
Expulsiones aceleradas
Emily Mendrala, asesora presidencial para Migración y Coordinación de la Frontera Suroeste, informó que, para acelerar los enjuiciamientos relacionados con migración en la frontera se está moviendo a esta zona a más fiscales, agentes y personas de apoyo. El objetivo: que procedan con la expulsión acelerada de personas.
“Se va a acelerar la expulsión de quienes carezcan de un fundamento legal para permanecer en los Estados Unidos y conceder protección a quienes sí tengan motivos válidos para ello (…) Los migrantes que son un riesgo para la seguridad nacional serán expulsados lo más pronto posible”, dijo la asesora presidencial.
Según datos entregados por Mendrala, en los últimos 13 meses el Departamento de Seguridad Nacional ha devuelto o expulsado a más 750 mil personas, es una cifra superior a la de cualquier año fiscal anterior.
Las excepciones
La restricción a las solicitudes de asilo tiene excepciones. En primer lugar se seguirá acogiendo a todos los niños que viajan sin compañía; tampoco se bloqueará a las víctimas de cualquier forma grave de trata de personas.
Además, seguirán siendo sujetos de protección quienes demuestren una amenaza inminente a la seguridad y a la vida; y quienes enfrenten una emergencia médica extrema.
Deportaciones masivas
La disposición de Joe Biden no solo alcanza a quienes buscan entrar a Estados Unidos, sino también a las personas que han logrado ingresar y tienen una solicitud de asilo en trámite, cuyo proceso se acelerará y, si no ha logrado probar su necesidad de protección, será expulsado.
“Va a realizarse despliegue de personal con capacidad de detención y vuelos de repatriación, estamos listos para repatriar a una cantidad récord de personas”, recalcó Blas Nuñez-Neto.
Según el secretario estadounidense, para realizar estas repatriaciones masivas cuentan con el apoyo de los gobiernos de la región, incluido el de Ecuador, que se han comprometido a aceptar el incremento importante de vuelos en los próximos días. Además, México ha accedido a recibir a varias personas de otros países.
“Les insistimos, por favor, no expongan sus vidas, no las pongan en manos del crimen organizado y las pandillas en la frontera y en la región, utilicen los canales legales”, recalcó Blas Nuñez-Neto.
La migración no se va a detener
Para Andrés Martínez, experto en temas internacionales de la Universidad San Francisco, la medida adoptada por Joe Biden no cumplirá su misión principal. Mientras las condiciones económicas y de inseguridad no mejoren en los países de origen, las personas no dejarán de irse.
Con esta visión concuerda William Murillo, presidente de la organización 1-800 Migrante, quien ve imposible que las autoridades logren frenar a los migrantes y considera que lo que esta medida logrará es que las personas no se presenten a los pasos legales, sino que busquen los cruces peligrosos, por el desierto y el Río Bravo.
“El problema no son los migrantes, el problema es la pobreza, la inseguridad, la corrupción y la falta de oportunidades en sus países, lo que genera desesperación y, en medio de esa desesperación van a buscar los pasos ilegales; esta medida no va a lograr la restricción de la migración, pero sí va a aumentar el número de muertos”, puntualizó Murillo.
Ante la imposibilidad de que esta medida frene la migración, Martínez calificó a la decisión de Biden como una estrategia electoral, con la que buscaría dar una imagen de dureza para frenar el flujo de personas, que es algo que se le ha exigido y que hoy, a puertas de una elección presidencial, ha decidido tomar.
“Quiere mostrar una mano dura frente a la migración, porque se le ha visto débil, mientras que Donald Trump es fuerte en esto; pero le va a ser imposible controlar la frontera; es lo mismo que hizo el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, que anunció que cerrará el Darien, cuando es imposible cerrar toda una selva inhóspita, son solo anuncios populistas”, recalcó el experto. (I)
- 750 mil personas han sido expulsadas por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos en los últimos 13 meses, la cifra supera al registro de cualquier año fiscal.
- 94.871 ecuatorianos fueron expulsados o deportados desde Estados Unidos en los primeros siete meses del año fiscal 2024, solo en abril de este año fueron devueltos 16.023.
