Transcurrieron más de cinco décadas para una intervención integral en la Catedral Nueva de Cuenca. Los trabajos cumplen tres meses con el afán de que concluyan para mediados de este 2025.
La Arquidiócesis tomó esta decisión para restaurar la mayor cantidad de daños existentes en el interior y exterior del templo que fue inaugurado en 1967, ya que hace siete años aproximadamente se hizo solo un mantenimiento puntual en lo que son las cúpulas. Para todo esto, se invierten más de 250 mil dólares que provienen del financiamiento propio de la Curia con el apoyo de los fieles.
Las labores comenzaron en noviembre pasado a cargo de un equipo de expertos en arquitectura y patrimonio. Lo realizan de una forma minuciosa con tal de limpiar y refaccionar la iglesia.
De acuerdo con monseñor Marcos Pérez, arzobispo de Cuenca, la Catedral Nueva tiene que ser un templo digno, bien cuidado y seguro para la comunidad católica. “Priorizamos labores como de impermeabilización porque, debido, al transcurso de los años y los movimientos telúricos, hay ciertas fisuras”, aseveró la autoridad eclesiástica.
Las fachadas de los cuatro lados de la iglesia (calles Benigno Malo, Padre Aguirre, Mariscal Sucre y Santa Ana) están siendo intervenidas, e, incluyen las torres y cúpulas. En el interior se contemplan obras como el tratamiento adecuado de los vitrales, y más espacios.
Según, monseñor Pérez, se trabaja por tramos por lo que no se generan dificultades para quienes llegan a participar de las celebraciones eucarísticas y a visitar el templo.
Factores que dañan la Catedral
La Catedral Nueva, así como otras iglesias de Cuenca pueden sufrir daños en su estructura como en lo que es el inmueble debido a diferentes factores. Lo recomendable es realizar labores de conservación preventiva por lo menos una vez al año, y mantener un monitoreo frecuente para evidenciar cualquier tipo de anomalía con lo que se tomarán las acciones respectivas.
Ruth Ordóñez, restauradora de la ciudad con 25 años de trayectoria y varios reconocimientos, explica que los daños estructurales se ocasionan, principalmente por los movimientos telúricos y las vibraciones a causa del paso de vehículos. Mientras que, los daños en el inmueble, por la falta de mantenimiento, filtraciones de agua, contaminación del smoke, antiguedad de edificios, presencia de insectos y plagas, los cambios repentinos del clima, la biodegradación, humedad, entre otros factores.
Las filtraciones de agua son parte de los principales enemigos de los bienes patrimoniales por el deterioro que provocan a las instalaciones. Ordóñez aconseja que los techos y cubiertas deben estar en buenas condiciones para evitar mayores inconvenientes. -(I)
“Imán” para el turismo
La Catedral de La Inmaculada Concepción (Catedral Nueva) resulta la iglesia más visitada por los turistas locales y extranjeros. Precisamente, ellos ven con “buenos ojos” esta intervención integral.
Muchos llegan para conocer el interior de la iglesia y participar de las celebraciones eucarísticas. Además, de visitar las criptas (tumbas), subir a su terraza y disfrutar de la panorámica que se observa desde aquí del Parque Calderón y su entorno. Visitas frecun
Gabriela Bonilla, de Machala (provincia de El Oro), no deja de visitar la Catedral Nueva cuando tiene la oportunidad de estar en Cuenca por cuestiones de trabajo o turismo. Espera que estos mantenimientos sean más frecuentes para conservar la iglesia.
Asimismo, otros visitantes concuerdan con este criterio para que la Catedral siga siendo el ícono de la urbe. (I)
DETALLES
3 estilos arquitectónicos se encuentran en la Catedral Nueva. Se trata de románico, gótico y renacentista por lo que es uno de los principales atractivos de la urbe.
Monseñor Marcos Pérez, recordó que la Catedral se construyó en 1885 (Siglo XIX), y se inauguró en 1967. La edificación quedó inconclusa porque faltan unas torres.
Para Ruth Ordóñez, todas las iglesias deberían contar con proyectos de conservación curativa. Lo dice porque existen templos donde se lo hace de forma empírica.
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