El año nuevo, una oportunidad para hacer cambios y cumplir objetivos

El cambio de año para una gran parte de la población significa una oportunidad de mutar, de alcanzar lo anhelado y de cumplir ciertos sueños que no llegaron a concretarse. En otras palabras: año nuevo, vida nueva, suele decirse.

Los objetivos, las metas, los proyectos y los propósitos llegan en un solo paquete que parece que puede ser abierto. Y, sin embargo, a las pocas semanas todo se desvanece.

La ida al gimnasio queda a medias, el viaje se pospone, el proyecto personal no avanza. Y el año nuevo, en vez de ser un tiempo para el cambio, se convierte en un año para la frustración. ¿Por qué?

“Por lo general, el 7 u 8 de enero el propósito ya no está. Está comprobado que el propósito solo llega hasta enero y luego en febrero ya vuelve a lo mismo. Y esto pasa porque no tenemos el combustible. Y el combustible es la claridad de saber qué queremos”, respondió la coach Daniela Avilés.

Sin un enfoque y una meta clara y real, las ideas que se plantean alcanzar en el nuevo año quedan solo en eso: en una imagen impregnada en la mente.

Ello no solo cree Daniela Avilés. Diego Álvarez, psicólogo y coach, a través de los múltiples acompañamientos que ha hecho a las personas, ha caído en cuenta de que es necesario hacer un “inventario” de lo que es más importante ahora.

“Aun cuando sea solo un objetivo, este tiene que ser viable. Tenemos que generar esa sensación de logro, y eso se obtiene disfrutando del proceso. Mucha gente se propone un propósito y a las dos semanas la deja y se pone peor, y es porque no lo disfruta”, dijo Álvarez a diario El Mercurio.

La viabilidad más la claridad en una idea permite su desarrollo, coinciden los coach. Ser realistas y tener una base fuerte que motive día a día a quienes se han trazado una meta son parte de las recomendaciones que hacen los especialistas.

“En mi caso yo armo un organigrama para trazar mis metas. Pero no todos funcionamos así. Por ejemplo, puede servir grabar un audio de lo que me he propuesto para escucharlo cuando no esté motiva. O puedo escribir, tomar una foto y ponerla de fondo de pantalla de mi celular”, recomendó Daniela Avilés.

Salud mental, un tema que debe considerarse

Hay situaciones que van más allá de trazarse un plan y tratar de cumplirlo en un nuevo año. Se trata de la salud mental, un tema que todavía las personas no se toman en serio.

Luego de la pandemia, cientos de niños, adolescentes y adultos quedaron con los estragos del encierro, de la mala economía, de falta de oportunidades para estabilizarse en todos los ámbitos.

“Venimos detrás de una pandemia, el cúmulo de ansiedad y depresión se ha disparado, sobre todo este año, y necesitamos identificarlas, decirlas y tratarlas, pero la gente todavía no atreve”, explicó la psicóloga clínica, Lía Román.

Lía fue parte de un grupo de psicólogos que, en los primeros días de la pandemia, ayudó a médicos y a pacientes en general a tratar los problemas que estaba dejando la emergencia sanitaria en la salud mental.

Como parte del tratamiento, uno de los primeros pasos que recomendaba (y sigue recomendando) es aceptar que hay un problema.

Desde la falta de apetito hasta la falta del sueño son algunos de los síntomas que suelen estar asociados con los problemas en la salud mental.

“Una vez que yo identifico que algo está pasando, es importante compartirlo con alguien, buscar ayuda. Hay que aceptar que hay una dificultad. Todos las tenemos. Pero si yo quiero sentirme bien, esa será la clave del éxito para que cada persona cambie”, dijo Lía. (I)          

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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