Zamora (España).- Hasta dos cráneos de san Valentín se venerarán el próximo martes en España, sin saberse a ciencia cierta si alguno de ellos es el verdadero, ya que también hay reliquias similares relacionadas con el patrón de los enamorados que se reivindican como auténticas en Roma o en Chelmno (Polonia).
Las dos cabezas de España se encuentran en Toro (noroeste) y en Madrid, y tienen en común su origen real. Su llegada a los templos donde se custodian se vincula con una donación de la realeza española, explican a EFE responsables de las dos iglesias.
En Toro, se guardan en la colegiata de Santa María la Mayor, donde este martes, día de los enamorados, se enseñan y se dan a besar en su relicario de plata tras la misa de mediodía.
Es una tradición que se vio interrumpida por la covid-19 y que se reanuda ahora, ya sin restricciones sociosanitarias.
La supuesta reliquia llegó a la colegiata a mediados del siglo XVI por mediación del capellán real Diego Enríquez, después de que, según la leyenda que se da por buena en Toro, el papa Pablo III se la hubiera regalado a Carlos I de España y V de Alemania con el fin de aliviarle las migrañas.
Además del cráneo, en el templo de Toro también se conservan obras de arte sacro históricas ligadas al patrón de los enamorados, como una tabla que representa su martirio y una talla de pino.
El párroco de Toro Pedro Faúndez elude entrar en polémicas sobre qué cráneo es el verdadero, pues considera que lo importante no es la reliquia en sí misma, sino en «lo que sirve para cada uno».
«Las reliquias son mediaciones, nos viene a decir cómo fue la vida de ese santo, su entrega y su amor, y eso es lo que nos tiene que ayudar; lo que no nos podemos quedar es en la mediación, sino en su vida y su ejemplo», declara.
DE ROMA A MADRID
De aquel sacerdote que casaba a las parejas cristianas en secreto, que fue decapitado por eso en la Roma del siglo III, se conservan reliquias en varios países. Y si se dieran por buenas las existentes en España, habría que decir que fue un santo ‘bicéfalo’.
De hecho, otro cráneo se venera en pleno centro de Madrid, en la iglesia de San Antón de la calle de Hortaleza, al cargo del conocido padre Ángel García, presidente de la ONG Mensajeros de la Paz.
En este caso, según la tradición, las reliquias fueron un regalo del papa al rey Carlos IV (vivió entre los siglos XVIII y XIX), que a su vez se la cedió a la orden de los escolapios.
El padre Ángel pone de relieve que la de San Antón es «una de las pocas iglesias» del mundo que cuentan con restos del santo y aduce la tradición de siglos para reivindicarlas como unas «de las verdaderas reliquias».
El día de san Valentín se oficiarán en este templo varias misas y se bendecirá a todas las parejas de novios y matrimonios que acudan.
El sacerdote añade que esa bendición también está abierta a parejas del mismo sexo, a las que no se puede casar por la iglesia, pero bendecir «de momento, sí».
«Si bendecimos animales (el día de san Antón), podemos bendecir personas», argumenta en declaraciones a EFE.