Descendientes mayas tzeltales bailan para atraer lluvias en sureste de México

Las Rosas (México).- Desde hace más de cien años, los habitantes del municipio de Las Rosas, llamado Pinola en la época prehispánica, en el centro del estado mexicano de Chiapas (sureste), salen a las calles vestidos con el traje del Tancoy en el carnaval y danzan al son de la marimba a San Miguel Arcángel por buenas lluvias en la temporada de sequía.

El traje original del Tancoy está compuesto por botas, polainas, pantalón negro, saco negro, corbata, mascara de cartón, con rasgos de español, paliacate en la cabeza.

El Tancoy, vocablo maya, significa «cae ceniza» y alude a la víspera del miércoles de ceniza del calendario católico, pero también es una sátira que le hace a los soldados seguidores del revolucionario Francisco «Pancho» Villa (1878-1923), quienes llegaron al estado de Chiapas entre los años 1914 y 1920, como lo muestra el álbum fotográfico que conserva la autoridad municipal.

Ese baile con esa vestimenta lo cumplen los descendientes mayas tzeltales desde que llegaron a la región del centro de Chiapas en busca de tierra fértil para pedir una buena cosecha y en su mayoría son jornaleros de la caña de azúcar.

Del 17 al 23 de febrero los habitantes de Las Rosas hacen una pausa en sus actividades diarias para danzar y ocupan estos días el asueto y entregan flores a sus santos para pedir buenas lluvias tiempos de sequía.

El traje que portan es el de un soldado vestido de negro con muchos collares de colores brillantes, una sonaja de aluminio, unos cencerros atados al tobillo que al caminar se escuchan a varios metros de distancia, así como también se cuelgan del hombro un morral con comida y bebida.

Este años los capitanes Tancoy salieron con todo su fervor a las calles a «zapatear» y a esa actividad de unieron niñas y niños y jóvenes.

«Este es un municipio que ha comenzado a rescatar esa tradición que parecía disolverse con el paso del tiempo», contó a EFE Emanuel Velasco, danzante e historiador de Las Rosas o Pinola, como le siguen llamando muchos habitantes.

«Esta festividad tiene una historia de más de 100 años, anteriormente ya se celebraban las fiestas patronales». Sin embargo, dijo, «tomó fuerza a partir de 1950, es decir, 30 años después de la llegada al lugar de los seguidores del revolucionario Villa».

Esta festividad, contó, «es una burla al cashlan, ladino, (hombre blanco) al hombre malo que vino hacer destrozos en la región, a raíz del movimiento mapachista».

La historia del danzante Jesús Pérez Velazco, capitán tancoy, también refleja que esta tradición ha estado durante cuatro generaciones en su familia y la quinta generación es encaminada al gusto de la danza.

«Comencé a los 7 u 8 años cuando mis tíos y tías me enseñaron a bailar. Yo soy hijo de un tancoy tradicional y él también me enseñó, me llevaba de la mano al parque al principio con una ropita de manta blanca y una máscara de cartón», cuenta el danzante.

La festividad ha cautivado a turistas y visitantes quienes se sorprenden por los colores, los atuendos y la danza en la explanada del Parque Central de la antigua Pinola. EFE

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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