Con esta pregunta inicia La Rebelión de Atlas, la mayor obra literaria de la escritora rusa Ayn Rand, donde expone su sistema filosófico desde la epistemología, política, ética, metafísica y estética.
Esta pregunta nace como una frase absurda a nivel de pregunta/respuesta en relación a los lamentables sucesos dentro del libro. “John Galt” después experimenta una transformación para ser visualizado como un símbolo de lucha, una leyenda y finalmente un personaje real.
La premisa de la novela es tácita y se encuentra en su título, sin embargo, su trasfondo es lo que la vuelve relevante. Para entender toda la trama hay que remontarnos a la mitología griega, en específico al “mito de Atlas”.
Atlas fue un titán que lideró la lucha contra los dioses del olimpo, al ser derrotado, Zeus los condenó a cargar con la bóveda celeste sobre sus hombros. Rand hace una analogía con este mito para cuestionarse quién sostiene al mundo en sus hombros. Después de 1.232 páginas, la autora llega a la conclusión que son los líderes industriales (emprendedores).
El gran inconveniente que puede tener “La Rebelión de Atlas” es su contexto… El libro tardó once años en ser escrito -desde 1946 hasta 1957- durante una época donde el mundo padecía las consecuencias de la recién finalizada Segunda Guerra Mundial. Ayn Rand procuró exhibir, a través de John Galt, al ser humano ideal, que contrastaba con el escenario sociocultural y político de ese momento.
Se trató de colocar como “motor del mundo” a todos aquellos que mediante su creatividad inventiva podían mantener en marcha a un país desde la ingeniería y la arquitectura. Lastimosamente, esta obra no se focaliza en quiénes, bajo mi criterio, son y serán los sacrificados que cargarán al mundo sobre sus hombros.
A partir de todo lo expuesto con anterioridad me pregunto, en pleno 2023, ¿quién es John Galt?
Resulta que las grandes mentes han sido remplazadas por sus propias invenciones, hablo puntualmente de la amenaza de la inteligencia artificial como un suplemento al valor de nuestras mentes. Los “Atlas modernos” serán aquellos que bajo su visión individual logren liberarse de aquellas máquinas, no obstante, unos pocos lograrán sobrevivir a esta tempestad colectiva.
Todos los que logren hacer esto tendrán que pagar las consecuencias de su naturaleza humana; se equivocarán, fracasarán y padecerán frente al perfecto ingenio de las deidades digitales. Serán humillados, reemplazados y esclavizados. Pero al finalizar esta odisea podrán experimentar el verdadero gozo, aquel que solo el individuo puede disfrutar y que nunca se le podrá ser arrebatado… El tener una idea propia.
Los filósofos, los grandes pensadores, aquellos que tratan de conquistar a la naturaleza y no sus semejantes tendrán una responsabilidad que les fue atribuida sin su consentimiento. Ellos se pondrán a este mundo en sus hombros.
Espero que su exponencial aumento de peso no haga que cedan ante él…
- “Si viese usted a Atlas, el gigante que sostiene al mundo sobre sus hombros, si usted viese que él estuviese de pie, con la sangre latiendo en su pecho, con sus rodillas doblándose, con sus brazos temblando, pero todavía intentando mantener al mundo en lo alto con sus últimas fuerzas, y cuanto mayor sea su esfuerzo, mayor es el peso que el mundo carga sobre sus hombros, ¿qué le diría usted que hiciese?”.
- “Que se rebele”.
(Ayn Rand, La Rebelión de Atlas, 1957). (O)