El bochornoso informe de la Comisión Ocasional de la AN creada para encender la pira de una probable destitución de Lasso es una espada que se han clavado los propios asambleístas desestabilizadores al mando de UNES, socialcristianos, PK y algunos independientes.
Es tan baja la calidad estructural de ese mamotreto que se idearon los enemigos frontales del mandatario, porque no dice nada especial y específico en contra de la supuesta participación del presidente en los actos de corrupción.
A esta hora en la AN aparecen divididos; algunos de los 104 asambleístas que aprobaron el informe con el SI, argumentan que no hay causales verdaderas para un juicio político. Al leer bien el informe completo, con seguridad, se arrepintieron por su irresponsable voto.
Ahora en la propia Constitución engendrada por el correismo, ya no se puede declarar cualquier cosa como causal en contra del presidente para destituirle, tal como ocurrió con Abdalá, Jamil o Lucio. El camino es culebrero, y aunque se maten buscando asesores y doctos en materia de conspiración, la solicitud de juicio político carecerá de materia y elementos para sustanciar su validez ante el CAL y la Corte Constitucional.
Caminamos a un año diez meses de gobierno, y de permanentes obstrucciones de una oposición fatua y carente de ideas. Nunca se ha visto a asambleístas emborrachados por el odio, con labios temblorosos por el fracaso en la transmisión de sus mensajes. Tampoco se ha escuchado en la historia democrática del Ecuador, declaraciones de un miembro del primer poder del Estado exponiendo la avidez de botar al presidente calentando las calles. Una miseria de razonamientos, un pobrísimo nivel de debate, una lista de conclusiones sin pies ni cabeza.
Graves acusaciones en contra de Viviana Veloz, la número 1 de la comisión. Su sesgo para evitar que los “panas” salgan al descubierto, al omitir el informe de la Superintendencia de Cias, en donde constan los nombres de los verdaderos capos de la mafia de este bullado caso, debe ser explicado a los ecuatorianos. El obviar el informe del Frente Parlamentario Anticorrupción, cuya investigación ha sido ya incorporada por la Fiscalía en los casos “Encuentro” y “León de Troya” reflejan el único afán de verle fuera al presidente.
Mientras tanto, la incertidumbre campea; Iza, con su organización dividida, desde su frontera busca armar el levantamiento, que él sabe es costoso y requiere de una logística inmensa. Mientras los caídos en desgracia ambicionan unir fuerzas para dar el golpe, el ciudadano común necesitado de todo los ve con espanto. Parece que les salió el tiro por la culata. (O)