Fue en 1992, cuando el 22 de marzo, se instauró por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el día mundial del más noble compuesto químico, llamado AGUA, palabra que origina innúmeros nombres como Atenea en griego que significa AGUA, Greta en germano que significa PERLA MARINA, Daría que en persa significa MAR, Dorian que en griego significa DEL MAR. Denis en turco significa OCÉANO, etc.
El volumen total de agua es de 1.400 millones de Km3. Sólo un 2,5 % es agua dulce, es decir 35 millones de Km3, y tan sólo el 1 % es útil para consumo humano. Este líquido gestor de vida y también de muerte, de crisis sanitaria, del origen de lo que conocemos como tercermundismo, hambre, inequidad, malgasto, agricultura, ganadería, hidroenergía, higiene, industria, potabilización y bebidas. Actualmente, hemos alcanzado una población de 8 mil millones y no menos de la cuarta parte NO tienen acceso al agua potable. (apta para consumo humano desde tres campos básicos: físico, químico y microbiológico).
La creciente explosión demográfica, así como usos irresponsables, contaminación, ausencia de normativas ambientales, minería, cambio climático, deforestación, etc., permiten una crisis sin precedentes, cuyo nombre es SED, la vulnerabilidad hídrica crece y los gobiernos son ajenos al problema, así como el común de los mortales. Se prevé que para el 2050 serán 6000 millones de personas los afectados con escasez de agua, problema que surge como resultado de la oferta y demanda del ORO AZUL. La calidad disminuye por causas antropogénicas y resulta quimérico detener el epílogo del líquido que permitió la vida y la mantuvo como emblema de este Planeta que es nuestro HOGAR. Todo se modificó por asuntos de índole económico, se puso precio a la destrucción de la Naturaleza y los gobiernos poco hacen para frenar una cadena de fenómenos con sabor apocalíptico. (O)