La historia de ‘Helake helados’ es inspiradora. Es un emprendimiento que logra poner en armonía el gusto por lo que se hace, el negocio y la responsabilidad social.
De profesión odontólogos, Fanny Quintuña y Jaime Guamán, esposos desde hace 30 años, empezaron a producir helados para consumo familiar. Ubicados en la parroquia Tarqui, detectaron que a los productores del sector no les pagaban lo justo ni a tiempo por el litro de leche.
Ellos mismo lo sufrieron. La pareja dejó de entregar su producción de leche a causa de un comprador abusivo. Por eso se vieron rebasados con 150 litros diarios. “La idea comenzó por problemas, pero los problemas son el principio para las oportunidades”, asevera Don Jaime.
Inicialmente elaboraron yogur y queso, pero la caducidad fue un inconveniente. Así, un 22 de enero de 2020 optaron por elaborar 270 helados de joyapa. Los enfundaron, los distribuyeron y comercializaron todos.
“Nos dimos cuenta que había mercado y que había forma de hacerlo. Empezamos a recoger mora que se produce en la hacienda -hoy ya no nos abastece- y al día siguiente hicimos 300 helados. Vendimos todos”, recuerda el emprendedor.
Una semana después adquirieron una máquina para hacer helado y se dedicaron a perfeccionar la receta. Hicieron ensayo-error y cateo entre amigos, hasta lograr el punto indicado en sabor y en dulce.
Pandemia
Empezaron a recibir le leche de los productores de la zona, bajo un modelo de comercio y precio justo. Laboraron hasta marzo de 2020, mes en que se desató la emergencia sanitaria y el confinamiento por la pandemia de COVID 19.
“La pandemia fue la parte más dura, porque fue decidir no abandonar a la gente, tanto a quienes entregaban la leche como a los que nos pedían trabajo”, explica Jimmy, como le dicen los amigos.
Y es que la apertura de la fábrica generó empleo. Actualmente 14 familias dependen de ‘Helake helados’ de forma directa y reciben un salario mensual con los beneficios y prestaciones de ley. De forma indirecta genera trabajo para los distribuidores y subdistribuidores.
Fanny Quintuña es el apoyo de su esposo. “En el confinamiento nos pusimos empeñosos. Al principio lo hicimos para ver qué pasa, después fue creciendo y hoy es una responsabilidad y un compromiso ofrecer un producto de calidad, porque también se consume en la familia”, indica Doña Fanny
Proyecto
Anita Chalco, Ingeniera Química, guió este proyecto desde el inicio. En la fábrica se ha instalado un Laboratorio de Microbiología, que garantiza la inocuidad de los productos. Aquí se toma muestras de la leche, del azúcar, de la crema de leche para controlar el PH y la temperatura, con el objetivo de lograr un producto con altos estándares.
“Cada proceso tiene un control de calidad. Cada helado es de cuatro sabores: naranjilla, vainilla, mora y tomate de árbol, pero se hace con la pulpa natural de la fruta, nada de químicos, ni ingredientes artificiales”, explica la jefa de producción.
Hoy preparan un promedio de unos 1.500 helados diarios en la fábrica, donde se cumple toda la cadena productiva, desde la recepción de leche, hasta el empacado previo al proceso de distribución.
Los puntos de venta en Cuenca son las tiendas. Una de ellas está ubicada en el edificio localizado en la calle De los Pensamientos y Avenida 10 de agosto.
La marca tiene presencia en toda la zona Austral y en provincias como Loja, El Oro, Guayas y Chimborazo, entre otras.
El empaque de cada producto lleva impreso fecha de elaboración, de caducidad y número de lote para rastreo ante cualquier eventualidad (I)
40
centavos la paleta, 50 centavos el pequeño y 80 centavos el grande, son los costos de los helados Helake. Para pedidos el contacto es 0982 121212 con entrega gratuita.
DATOS
- El vocablo ‘helake’ significa toma, sírvete. La marca tiene presencia actualmente en toda la zona Austral y en provincias como Loja, El Oro, Guayas y Chimborazo.
- Para pedidos a domicilio el contacto es 0982 121212. La entrega es gratuita.
“Buscamos promover los productos nacionales. Desde la maquinaria es de producción ecuatoriana en Helake”.
Jaime Guamán. Propietario de ‘Helake helados’.