Carmen Virginia Marín Palacios cumplió 104 años. Es profesora jubilada y dedicó la mayor parte de su vida a la enseñanza en varios establecimientos educativos, entre estos, la escuela Padre Aguirre, en Miraflores, en Cuenca.
Para esta maestra “lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”, y por eso está convencida de que quienes escogen el camino de la docencia deben tener compromiso y vocación. Ella nació el 23 de abril de 1919.
También cree que “la educación no es preparación para la vida; la educación es la vida en sí misma”, y que “el objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano”.
Esta profesora es amante de la poesía, de tejer y de bordar. Hace unos seis meses dejó de hacer sus tejidos porque ha perdido su vista. Pero para ella esto no es un impedimento para utilizar su creatividad en otras actividades.
Familia
Su memoria está casi lúcida y una de las cosas que ama es pasear con su familia, pues cree que el tiempo que más se aprovecha es el que se comparte con los seres queridos. Sus platos predictos son el cuy asado y el caldo de pollo.
Para su cumpleaños se vistió con un vestido verde y su casa estuvo adornada con globos. Recibió una serenata por parte del mariachi Garibaldi, que cantó sus temas favoritos. Su historia fue parte de un reportaje del programa Faranduleando.
Una de las cosas que le ha servido para mantenerse con buena salud es comer sano. Es extremadamente metódica con la comida. No consume azucar porque el médico le recomendó que la elimine de su alimentación.
Para Vinicio Andrade, yerno de Carmen, el cumpleaños de su suegra es un verdadero acontecimiento para toda su familia. La califica como un ejemplo de mujer, madre, esposa y educadora.
Experiencia
Cree que mujeres como Carmen han aportado de forma significativa a la docencia en este ciudad, además de que han dejado un legado por las aulas que han pasado.
Carmen aprovechó la celebración de su cumpleaños para bailar y recitar algunos poemas, que les enseñó a sus niños en las salas de clase. Ella cree que el arte es parte fundamental de la formación de los estudiantes.
“Hermoso niño, son mis tesoros, los verdes campos donde he vivido, y al verme esclavo tras rejas de oro, prefiero libre mi pobre nido». Es parte de uno de los poemas que más le gusta.
Con voz pausada y extendiendo las manos dijo: “abro mi corazón si pudiera, todo mi ser al agradecimiento que han venido a mi casa. La vida me ha dado unos hijos tan buenos y eso agradezco tanto…”.
Preceptos
Algunos de los preceptos que guiaron la carrera en docencia de Carmen son “sino no estás dispuesto a aprender nadie te puede ayudar. Si estás dispuesto a aprender nadie te puede parar”.
Y: “el hombre educado sabe que la educación dura toda la vida. A veces la educación no solo es el compendio de conocimientos que posees, sino el afán por aprender más y más”.