La alegría como forma de resistencia

En los 80, cuando las dictaduras hicieron lo suyo en la región, las fuerzas sociales buscaron formas para salir del terror impuesto, así mientras las fuerzas del orden estaban dirigidas a cercenar, entristecer y descomponer las relaciones, la alegría se convirtió en un mecanismo para la formación de una nueva comunidad política fuera del miedo, la tristeza y la inacción.

Para las mujeres, la alegría es refugio y armadura ante la violencia, el abandono, la muerte, la pobreza, el desamor, las mujeres reímos, cantamos, bailamos y narramos cuentos de las desgracias, haciendo así más fácil el día a día nuestro y de quienes cuidamos.

Las mujeres de mi familia, matriarcas a la fuerza, procuraban la alegría, pero nunca lo hicieron solas, la alegría es grupal, colectiva, familiar, igual que las penas. Y la Malena Zamora, fue un vivo ejemplo de esta filosofía, a ella mi eterna alegría.

En tiempos de miedo, como el que vivimos, es urgente retomar la alegría, sin que esto signifique ignorar el caos que nos rodea, la alegría nos mueve del congelamiento que provoca el terror, y ahora más que nunca es necesario actuar por el bien colectivo.(O)

mi.cordero@sendas.org.ec

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

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