El Metro de Quito, construido por la empresa española Acciona, inició este martes 2 de mayo de 2023, su operación comercial con largas filas para adquirir los boletos y sin funcionar todavía a plena capacidad, con horarios reducidos y algunas estaciones todavía cerradas.
La concentración de viajeros para adquirir sus pasajes en estaciones como la de Quitumbe, en el sur de la capital ecuatoriana, llevó a que se formasen prolongadas filas, al tiempo que el sistema de boletos presentó por momentos inconsistencias que ralentizó la venta.
En algunos casos la espera llegó a ser de media hora, lo que provocó que grupos de usuarios decidiesen ingresar sin pagar, según reportaron medios locales.
El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, reconoció que «hay inconvenientes que se irán puliendo para ofrecer, en poco tiempo, un servicio impecable a los quiteños».
La operación comercial del Metro de Quito se inició con el expendio de códigos QR para ingresar a las instalaciones, a falta de que en los próximos meses se instale el sistema definitivo de recaudación.
Funcionamiento de trenes
De momento, los trenes sólo funcionarán seis horas al día, divididos en dos franjas horarias que coinciden con las horas pico (punta), que van de 7:00 a 10:00 y de 16:40 a 19:30.
Asimismo, esta fase comenzó con sólo diez de las quince estaciones operativas, mientras que las restantes cinco permanecen cerradas al público.
Las estaciones habilitadas son El Labrador, Iñaquito, La Carolina, El Ejido, San Francisco, Magdalena, El Recreo, Solanda, Morán Valverde y Quitumbe.
La tarifa ha sido establecida en 45 centavos de dólar para el viaje sencillo, en 22 centavos de dólar para estudiantes hasta bachillerato y mayores de 65 años, y en 10 centavos de dólar para personas con discapacidad.
Con un coste que supera de los 2.000 millones de dólares, el Metro de Quito comenzó a construirse hace diez años, en 2013, y cuenta con 15 estaciones y una flota de 18 trenes que operará durante los primeros 6 años un consorcio formado por la empresa Transdev y la colombiana Metro de Medellín. EFE