Los bosques del Amazonas meridional y occidental están en riesgo de sufrir embolias y mortalidad por sequía, según un artículo publicado en la revista Nature liderado por la Universidad de Leeds y en el que participó la Universidad Autónoma de Barcelona en España (UAB).
El artículo revela que la crisis climática está debilitando los bosques del Amazonas occidental y meridional, en zonas como Río Branco (Acre) o Nova Xavantina (Mato Grosso), donde el cambio en el régimen de lluvias y el aumento de temperaturas han llevado a los árboles al límite de su capacidad de adaptación, lo que les podría provocar embolias y la muerte.
«Los bosques occidentales no están tan expuestos a la sequía, pero son más vulnerables», aseguró Maurizio Mencuccini, investigador, coautor y responsable de la parte fisiológica del estudio.
Por el contrario, aunque las especies arbóreas de las zonas centro-orientales de la selva amazónica no están tan adaptadas a la sequía, el estudio, en el que participaron ochenta científicos de Europa y Sudamérica, no prevé afectaciones en esta región porque, por el momento, la disponibilidad de agua continúa siendo suficiente.
El cambio en la pluviosidad, «provocado por la interrupción del proceso de evapotranspiración -esencial para formar las nubes de lluvia- que deriva de la deforestación y la agricultura y la ganadería intensivas», reducirá la capacidad de los bosques del Amazonas para almacenar carbono y eliminar CO₂ de la atmósfera.
«Por un lado, cuando los árboles mueren, se descomponen y el carbono que contenían se libera a la atmósfera; por otro lado, si disminuye la masa forestal, habrá menos árboles que capturen CO2», aclaró Mencuccini.
Los investigadores alertan: «Esto no solo afecta al Amazonas. La humedad que evaporan desde sus bosques viaja en forma de vapor a otras zonas del planeta -se conocen como ríos voladores-, donde se acumula en forma de nubes. Si este ciclo se corta, el patrón de precipitaciones a escala mundial está en riesgo». EFE