Seis presuntos delincuentes fueron abatidos por la Policía en cinco casos diferentes ocurridos en el transcurso de 30 horas, en una suerte de «respuesta» al asesinato de dos policías ocurrido el miércoles 3 de mayo de 2023 en supuesta represalia por la actuación policial contra un asalto.
Así lo aseguró este jueves el ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, en una rueda de prensa en Guayaquil junto al comandante general de la Policía Nacional, Fausto Salinas, para informar sobre las últimas acciones contra la delincuencia y el crimen organizado.
«Es hora de que ante amenazas letales, existan respuestas letales, y es lo que estamos haciendo sobre la base de la normativa ecuatoriana», dijo Zapata.
El titular de la cartera del Interior afirmó que los seis presuntos delincuentes fueron abatidos por policías «haciendo uso de su arma letal, conforme a la normativa y a la ley vigente en el país».
Zapata, que días atrás había elogiado la ley «Naín-Retamal» de Chile, llamada también ley del «gatillo fácil», aseguró que los cinco sucesos donde los policías acabaron con la vida de los presuntos delincuentes se dieron en casos de robos, asaltos a mano armada y acciones de sicarios.
En concreto, felicitó la labor de un agente que el miércoles en Guayaquil abatió a dos presuntos delincuentes cuando huían tras efectuar un robo.
«Es un mensaje que va a seguir firme, es el mensaje de la respuesta y la reacción de la Policía. Hay sangre de nuestros policías que se ha derramado, pero nosotros seguimos firme y más fuertes que nunca. La seguridad y la tranquilidad tiene que regresar», apostilló Zapata.
Esta serie de actuaciones mortales de la Policía se da después de que el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), el principal órgano asesor del Gobierno en la materia, recomendase el uso de armas letales para enfrentar el «terrorismo» bajo el que el Ejecutivo ha calificado diversas acciones sangrientas del crimen organizado.
Procesos ante la justicia
Por su parte, el comandante general de la Policía, Fausto Salinas, indicó que en todo el 2022 solo hubo seis eventos donde policías abatieron a presuntos delincuentes y que desde el inicio de 2023 ya van 30 sin que ningún policía haya sido procesado ante la Justicia.
Salinas explicó que este incremento se debe al respaldo que sienten ahora los agentes por parte de la Fiscalía y de la Justicia en que no serán judicializados por sus acciones.
«Eso da mayor tranquilidad a los policías ecuatorianos para cumplir con su deber», aseveró Salinas al reiterar que «el procedimiento de la Policía ha sido dentro de su servicio, cumpliendo un deber legal y haciendo el uso proporcional y legítimo de la fuerza».
El comandante general de la Policía volvió a lamentar el asesinato el miércoles de dos sargentos que fueron acribillados a disparos cuando circulaban en su vehículo, en una supuesta venganza contra el abatimiento de un delincuente por parte de la Policía al tratar de evitar un asalto a una oficina bancaria.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, autorizó el miércoles operaciones militares para enfrentar al «terrorismo».
Además de masacres en zonas principalmente de la costa, a diario proliferan noticias sobre asesinatos cometidos por sicarios, extorsiones, secuestros, asaltos y robos, entre otros delitos, por parte de grupos de delincuencia organizada que, según las autoridades, tienen vinculación con bandas internacionales del narcotráfico. EFE