Carlos Ischia tiene claro lo que debe hacer en Deportivo Cuenca. El primer paso será tener un contacto directo con los jugadores y conversar con cada uno de ellos, dice. Tal como hicieron con él en su época de jugador activo, quiere observar cómo entrenan, cómo está su estado físico.
Quiere saber si están bien, en qué posición juegan, en dónde se sienten mejor, etc. Después deja claro que cada uno de ellos en el día a día se ganarán un espacio en el rol titular y tendrán que aprovechar la oportunidad.
Entiende que a cinco fechas para que termine la primera etapa, resultará difícil que el ‘Expreso Austral’ se instale en la parte alta de la tabla. Está convencido que en la segunda etapa el panorama será diferente porque “hay muy buen plantel” y los jugadores, al igual que el cuerpo técnico, quieren revertir la situación.
Respeta base
Asegura ser de los técnicos que motiva mucho y que le gusta respetar una base. “Nunca fui un técnico de revolucionar un equipo”, de hacer cinco, seis variantes.
Sé que hay un buen plantel, chicos que vienen apareciendo y que van a tener la posibilidad porque me gusta tirar a los juveniles, darles la oportunidad en determinado momento.
En este punto recuerda que los responsables de que los jóvenes jueguen en Primera son los entrenadores que los forman, los que pasan más tiempo con ellos. Sostiene que el deber del director técnico del primer plantel es verlos y en el momento preciso darles confianza.
Pasado y sistema
Si bien sobre su espalda hay gran experiencia e importantes logros internacionales, Ischia prefiere dejarlos en el pasado y pensar qué debe hacer en el presente con su nuevo desafío profesional.
Si uno se queda pensando en lo que logró en años anteriores y cree que eso alcanza, tendría que dejar el cargo a otra persona. Uno cada día quiere más.
Sobre sus planteamientos preferidos, sostiene que siempre trabaja diversos sistemas para darles la posibilidad a los jugadores de adaptarse a situaciones de juego que pueden presentarse en los partidos incluso en inferioridad numérica.
El viernes 12 de mayo estuvo presente en el estadio Alejandro Serrano Aguilar para observar el desenvolvimiento del equipo frente Mushuc Runa.
Pausa por pandemia
Después de dirigir a Delfín en 2020, Ischia descansó, pese a que tuvo propuestas. Cuenta que la pandemia le tomó en Manta. Pasó “casi 50 días viviendo en un hotel”, sólo, sin familia.
Cuando regresó a su país “no me senté a conversar con nadie porque tenía miedo de no estar cerca de mi país, de la familia, esposa, hijos… tenía miedo que les pase algo”.
Nuevo desafío
Recién a mediados de 2022 empezó a revisar propuestas, pero ninguna la sedujo como la del Deportivo Cuenca. Le tiene una gran consideración a Luis Saritama -por todo su aporte cuando salieron campeones con Deportivo Quito en 2011- y eso facilitó las negociaciones.
Pero también, durante los años que dirigió en el Ecuador, siempre le llamó la atención la fidelidad de la hinchada morlaca, que siempre acompaña al equipo, gane o pierda. En base a ese recuerdo hace un llamado para que sigan en la misma línea ya que para los jugadores es muy importante.
Su debut será el sábado 20 de mayo contra Independiente del Valle. «Uno desde ya quiere que el equipo entre a jugar cada partido de forma ganadora, que demuestre al rival que el partido le va ser muy duro».
Análisis
El director deportivo, Luis Saritama, señala que buscaban tres situaciones en la elección del nuevo cuerpo técnico: tener buenos resultados, buen funcionamiento y potenciar los activos del club.
El perfil de Ischia encajó por su experiencia, “jerarquía para manejar diversos entornos, inercia ganadora, capacidad estratégica en el día a día y partido a partido para lograr buenos resultados”.