La Churonita llegó a Cuenca con fe y esperanza para sus devotos

Entre adoraciones y aplausos, entre cánticos y agradecimientos, la imagen de la Virgen del Cisne fue recibida por, al menos, unas trescientas personas en Cuenca.

Los creyentes se reunieron en el Parque de la República para acercarse a `La Churonita´. La noticia sobre su arribo a la ciudad ya había generado grandes expectativas.

Desde la semana pasada, una vez que la Arquidiócesis confirmó que la Virgen del Cisne llegaría a Cuenca para ser parte de una agenda de actividades religiosas, los seguidores de la imagen lojana se alistaron para recibirla.

Y eso se vio precisamente en el Parque de la República: devoción y regalos para una virgen que trajo esperanza y fe, según sus creyentes.

“Muchos no la hemos visto desde hace tiempo. La pandemia no nos permitió movernos, pero aquí estamos para ver a nuestra Churonita. Estamos aquí para demostrarle nuestra fe. Estamos felices de que haya llegado a Cuenca”, dijo Cecilia Robles, que llegó hasta el parque a ver a la imagen.

No solo en la tarde de ayer se vio un gran movimiento de personas cuando arribó la Virgen del Cisne. Horas antes, tanto adentro como afuera de la Catedral de la Inmaculada Concepción, hombres y mujeres estuvieron pendientes de la imagen.

En medio de eso, los comerciantes aprovecharon para vender crucifijos y postales con la fotografía de la Virgen del Cisne.

Entre los religiosos que compraron una postal estuvo Inés Arévalo. La mujer de 66 años, en la mañana, pasó por la Catedral Nueva para rezar y que esta semana será parte de las misas que se ha preparado por la visita de la imagen lojana.

“Por mi edad no puedo ir al Cisne, pero ahora quiero aprovechar y ver a la virgencita. Lo único que pido es salud para mis hijos, para mis nietos. En lo único que quiero pedirle a La Churonita”, dijo Inés a diario El Mercurio.

Pedidos y agradecimientos: así se puede resumir lo que hicieron los creyentes cuando vieron a la Virgen del Cisne en Cuenca. 

Un evento por la paz

Si bien la llegada de La Churonita a la ciudad tiene relación con los viajes que solía hacer la imagen antes de la emergencia sanitaria, también se ha promovido su traslado por un pedido especial que está haciendo la Iglesia en Ecuador: la paz.

Para ello, a lo largo de esta semana habrá una serie de eucaristías, cuyo evento principal será el 20 de mayo, en el Coliseo Mayor, a las 11:30.

Ese día, explicó monseñor Marcos Pérez, se celebrará una misa multitudinaria en la que se pedirá seguridad y paz para Cuenca y el país.

Antes del encuentro de los creyentes se realizará una procesión que iniciará a las 09:00, en la Catedral Nueva, y terminará en el Coliseo.

“Les invitamos a que tengan este encuentro con María, nuestra madre, para poner ante ella nuestra vida, nuestras necesidades, nuestra familia, y especialmente para pedir por la paz en la ciudad y en el país porque es lo que más necesitamos”, dijo monseñor.

Una imagen que mueve a miles

Para entender lo que significa la Virgen del Cisne entre sus fieles devotos hay que preguntar el milagro o la respuesta que dio la imagen a los pedidos de las personas.

Salud, trabajo, dinero, paz. Lo que se dice que ha hecho La Churonita es amplio y distinto para cada devoto que, año a año, o la visita en Loja o la reza desde sus hogares.

“Los milagros son tantos, que la gente va caminando, va de rodillas al Cisne para agradecerle o pedirle. Eso ha hecho con uno, nos ha dado tanto que hay que agradecer”, opinó Milton Pintado.

Milton es presidente del Comité 15 de Agosto, una organización cuencana conformada por 70 personas que todos los años está encargada de hacer una fiesta a la Virgen del Cisne en su santuario, en Loja.

A lo largo de los años, Milton ha visto cómo la imagen ha cumplido con los pedidos de las personas. En su caso, él mismo ha vivido las respuestas positivas de la Virgen del Cisne.

“A mí mismo me ha dado tanto. Yo siempre quise tener un varón. Ya tenía mi mujercita, y cuando mi señora estaba embarazada, hasta el último momento nos decían que era mujer. Cuando mi esposa dio a luz, era un niño. La doctora me dijo a qué santo me encomendé”, recuerda con una sonrisa Milton.

La Churonita también es considerada como la virgen de los migrantes. Cientos de hombres y mujeres suelen viajar hasta Loja para pedir a la imagen que la travesía que van a vivir para llegar a Estados Unidos sea liviana, que no se convierta en una mala experiencia o en una desgracia.

“Mis hermanos se encomendaron de la virgencita y tuvieron un viaje tranquilo. No les pasó nada. Nuestra Churonita ayuda a los migrantes, los escucha. A mí también me ha escuchado porque ella es nuestra madre y cumple con nuestros sueños”, dijo Geovanny Fárez, quien lleva un poco más de dos décadas rindiéndole culto a la Virgen del Cisne.

Como los testimonios de Milton y Geovanny hay cientos. Solo basta con asistir a los encuentros que se han organizado en Cuenca con motivo de la presencia de La Churonita para adentrarse a un espacio en donde prima la devoción, la paz y la esperanza. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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