Monitoreo de biodiversidad y calidad ambiental en los páramos del sur de Ecuador

En el Ecuador, los altos Andes están dominados por el ecosistema de páramo. Este se caracteriza por su diversidad biológica con niveles importantes de endemismo (organismos que solo ocurren en ciertos páramos) y dicha diversidad se ha adaptado a condiciones y ambientes muy marcados del páramo.

Por otro lado, el páramo promueve servicios ambientales en los que destacan la regulación hídrica (cantidad y calidad de agua), secuestro de carbono y calidad paisajística. Es así, que el ecosistema de páramo tiene un elevado interés dentro de las investigaciones sobre servicios ambientales, su relación con la biodiversidad y la aplicación de escenarios de conservación frente a la pérdida de hábitat relacionada a los cambios del uso de suelo y cambio climático.

El Laboratorio de Ecología de la Escuela de Biología, Universidad del Azuay, ha venido realizando varios monitoreos biológicos de diferentes grupos. Destacan, las platas nativas de páramo, aves, mamíferos, anfibios, y su relación con indicadores de calidad de agua a través de marcoinvertebrados acuáticos (por ejemplo, insectos acuáticos) con la finalidad de entender las dinámicas ecológicas del páramo en el Macizo del Cajas.

Separación de macroinvertebrados en el punto de monitoreo para la posterior evaluación de calidad de agua del páramo. Foto UDA

En este contexto, desde 2016 se han generado alrededor de 25 publicaciones científicas con información sobre los patrones de la biodiversidad del páramo, calidad del hábitat y del agua como así también de los efectos de la configuración del hábitat sobre especies que están fuera y dentro del sistema nacional de áreas protegidas (Parque Nacional Cajas y Área de Recreación Nacional Quimsacocha).

Por ejemplo, la calidad del agua, con indicadores biológicos, es buena y regular, se mantiene constante a través del año; sin embargo, en zonas de mayor elevación del páramo (altas montañas) el agua es inclusive de mejor calidad. Esto se relaciona con hábitats de páramo más complejos, menor impactados (por ejemplo, por ganadería).

Esta alta calidad del agua resulta estar fuertemente relacionada con especies de anfibios endémicos y muy amenazados a la extinción. Así, el Jambato de Mazán (Atelopus exiguus) ocurre en quebradas y riachuelos del páramo que tienen una mejor calidad del agua; este anfibio prefiere cuerpos de agua pequeños y con caudales constantes cuya temperatura del agua está alrededor de los 11 °C; los caudales no son grandes, más bien medianos a pequeños y este anfibio prefiere este tipo de cuerpos de agua tanto dentro de áreas protegidas como fuera de estas.

En este sentido, las investigaciones han demostrado efectos negativos de las actividades humanas relacionados al ganado cimarrón (salvaje) sobre la comunidad de aves; en general, el número de aves de páramo tiende a disminuir en hábitats menos complejos que han sido afectados por la presencia y pastoreo de ganado cimarrón.

Sin embargo, las áreas protegidas en sus límites son susceptibles de ser afectadas por ingresos frecuentes del ganado cimarrón; en páramos que están dentro de propiedades privadas, sin manejo de las comunidades para ganadería, y que no tienen una producción ganadera, los hábitats están mejor conservados y representan una mayor oportunidad de que aves especialistas contengan mayores números de diversidad.

En estos páramos privados, y páramos lejos de carreteras y de mayor elevación es en donde se ha reportado una diversidad biológica mayor con fuerte presencia de especies endémicas, amenazadas a la extinción e indicadoras de calidad ambiental. Por ejemplo, macroinvertebrados especialistas e indicadores de una mayor calidad de agua son más abundantes en las cabeceras de los ríos Irquis, Zhurucay y Bermejos.

Los monitoreos de los diferentes grupos biológicos, permiten entender cómo se comporta las comunidades en ecosistemas tan complejos como son los páramos, por tanto, esta información es importante a considerar para los manejadores de áreas protegidas y, aplicarla al manejo y conservación de hábitats de páramo fuera del sistema nacional de áreas protegidas. Es importante mencionar que los patrones de diversidad a lo largo varios años de monitoreo se han mantenido estables.

Registro de un individuo adulto de la especie Atelopus exiguus en los páramos. Foto UDA

Monitoreos especializados en organismos específicos como aves rapaces y carroñeras, han permitido evidenciar cómo especies emblemáticas, tal es el caso del Cóndor Andino, se distribuye en los altos Andes del sur de Ecuador y cuáles son las asociaciones con otras especies de rapaces; así, cuando aves endémicas como el Caracara Curiquinge y el Ágila Pechinegra detectan presas (por ejemplo, carroña) el Cóndor Andino, detecta los movimientos de estás dos aves y facilita el acceso a la carroña para su alimentación.

Registro de un individuo de la especie Vultur gryphus en los páramos.

Finalmente, todos estos datos están integrando una base de datos robusta que busca ampliar el conocimiento de la biodiversidad del páramo hacia toda la región de los altos Andes de la Reserva de la Biósfera del Macizo del Cajas, generando así escenarios prioritarios para la conservación de especies y sus hábitats.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba