Hiroshima (Japón).- La próxima cumbre de líderes del G7 será en junio de 2024 en la región italiana de Apulia (sur) para abordar temas como la inmigración africana y la relación con Oriente, según anunció hoy la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Meloni, que el próximo año ejercerá de anfitriona en la presidencia italiana de turno del Grupo, anunció esta decisión desde la cumbre en Hiroshima, antes de volar anticipadamente a Italia para visitar mañana las zonas de Emilia-Romaña inundadas en los últimos días.
En Hiroshima, Meloni ilustró el programa de su futura presidencia a sus socios del grupo de las democracias más industrializadas del planeta (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá y Japón).
Entre estas estarán la situación en Ucrania, «sea cual sea el contexto por entonces» para reafirmar «nuestro compromiso con el respeto de las reglas del derecho internacional».
También se centrará en la seguridad económica y energética y en la cuestión de la inmigración y la relación con África.
«Por eso la sede del próximo G7 será la Apulia, una cumbre en el sur en la que el sur del mundo será centra. Llevaremos a ese sur a los grandes del planeta», celebró la primera ministra italiana.
Meloni se dijo «muy satisfecha» de su primera cumbre del G7, ya que llegó al poder el pasado octubre, la primera mujer en hacerlo en Italia, aunque no quiso adelantar las conclusiones del encuentro, pues deberá hacerlo mañana el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
Sin embargo, sí dijo que en el comunicado final se mantendrá el apoyo a Ucrania ante Rusia «hasta que sea necesario» y «el tema de una relación con el sur global que sea colaborativo y no de contraposición».
También se abogará por la independencia económica de los socios, un tema importante para Italia que ha tenido que acabar apresuradamente de la dependencia del gas ruso (hasta la invasión de Ucrania en febrero de 2020 importaba el 90 % del gas que consumía, y el 40 % procedía de territorio ruso).
Y se tratará el tema de las migraciones, citando por escrito, según Meloni, a Túnez, de donde llegan gran parte de los inmigrantes a las costas italianas.
La primera ministra ha mantenido encuentros bilaterales entre otros con el presidente ucraniano, Volódimir Zelnski, a quien expresó el apoyo italiano «a 360 grados», y también con el francés, Emmanuel Macron, tras las últimas tensiones por las críticas de algunos exponentes del gobierno francés a la política migratoria italiana. EFE