El fiscal que dirige la investigación del frustrado atentado que sufrió la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, el 1 de septiembre de 2022 a las puertas de su casa, pidió este lunes enviar a juicio oral a los tres detenidos.
El fiscal federal Carlos Rivolo confirmó a EFE que dio por finalizada la etapa de instrucción y solicitó a la jueza del caso, María Eugenia Capuchetti, que se eleve a juicio.
El principal detenido es Fernando Sabag Montiel, acusado de ser quien disparó a la cara de la vicepresidenta con una pistola que no llegó a detonar.
También están detenidos su novia, Brenda Uliarte, como presunta coautora del delito de homicidio, y Nicolás Carrizo, de cuyo teléfono móvil supuestamente salieron varias comunicaciones vinculadas al atentado y que es considerado partícipe secundario.
El ataque fallido fue perpetrado cuando Sabag Montiel, brasileño de entonces 35 años, se acercó a Fernández mientras saludaba a seguidores a las puertas de su domicilio en Buenos Aires, que le mostraban su apoyo pocos días después de que un fiscal lanzara un duro alegato contra ella en el juicio en el que estaba acusada de delitos de corrupción en su tiempo como presidenta (2007-2015).
Desde entonces, la vicepresidenta, que acabó siendo condenada en diciembre pasado a seis años de prisión e inhabilitación política perpetua -sentencia que aún no es firme-, ha reiterado sus críticas a la Justicia, a la que acusa de perseguirla con el fin de proscribirla y de incitar a la violencia política.
Además, a principios de este mes, Fernández clamó contra el presunto «encubrimiento» del atentado, y apuntó contra Patricia Bullrich, precandidata presidencial por la principal coalición opositora del país.
En Twitter, la exmandataria se refirió a una noticia publicada por el diario argentino Página 12 que revelaba que una testigo clave del caso sufrió presiones para borrar los datos de su teléfono móvil en unas oficinas relacionadas con Bullrich.
Según esta información, la testigo, exasesora del diputado opositor Gerardo Milman, declaró ante la Justicia que no vació el teléfono «por voluntad propia, sino que fue llevada a oficinas de Patricia Bullrich, donde un perito eliminó el contenido de su aparato, el de otra asesora y el del propio Milman».
De acuerdo con el diario, la testigo estaba en compañía de Milman en un bar cuando otro funcionario del Congreso lo escuchó decir «cuando la maten yo estoy camino a la costa», justo dos días antes del atentado.
«Resulta muy impresionante no solo la naturalización de la violencia política sobre mi persona, sino también el encubrimiento del intento de asesinato ocurrido el 1 de septiembre», señaló Fernández.
Bullrich, que fue ministra de Seguridad durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), se pronunció poco después: «Ya no saben qué inventar frente al total y absoluto fracaso de su patético cogobierno. Conmigo, el 10 de diciembre el kirchnerismo se acaba», remarcó la política. EFE