Los deslizamientos son fenómenos naturales presentes en todo el callejón interandino (zona montañosa), que se reflejan a través de movimientos de suelo en masa que causan considerables perjuicios a la infraestructura de viviendas, carreteras, redes sanitarias y otras.
En muchos casos se debe aprender a convivir con estas amenazas naturales del territorio.
En nuestro caso, mediante la disminución de la vulnerabilidad presente en la comunidad, el deslizamiento que afecta a la Universidad del Azuay y todas las zonas circundantes al redondel de la Av. 24 de mayo y Av. Francisco Moscoso es un ejemplo de cómo convivir con dicho fenómeno.
Los deslizamientos en la provincia del Azuay son muy frecuentes, incluso en la zona urbana de la ciudad de Cuenca, por ello es importante comprender el nivel de amenaza, exposición y vulnerabilidad que sufre de forma colectiva la sociedad cuencana, para fomentar una cultura de gestión del riesgo de desastre.
El macro deslizamiento se encuentra en la falda de Turi hacía la parte sur de la ciudad, prácticamente afectando a la vía rápida Cuenca – Azogues, Universidad del Azuay, Av. 24 de mayo, Puente que conecta a la Av. Francisco Moscoso, así mismo de más de un centenar de viviendas cercanas.
La Universidad del Azuay a través de su Departamento de Consultoría y Asesoramiento Técnico UDA-Civil, percibiendo los riesgos del macro deslizamiento, planteó realizar el proyecto “Medidas de mitigación para el deslizamiento que afecta a la infraestructura de la Universidad del Azuay y zonas aledañas” ejecutado en tres fases: investigación, exploración y construcción e implementación de medidas; adicionalmente como parte de la primera fase se incorporó el continuo control y monitoreo del deslizamiento con las medidas aplicadas en la zona.
Primera fase
Se inicia la primera fase del proyecto con la implementación de diferentes métodos indirectos como la aplicación de sondeos eléctricos vertical, proceso que conlleva la medición de la variación de la resistividad eléctrica en las diferentes capas del subsuelo, para determinar su nivel de saturación.
Segunda fase
En la segunda fase, aplicando métodos directos con perforación a rotación y extracción integral de testigos hasta los 35 metros de profundidad, se logra recolectar muestras para estudiar los tipos de suelos, perfiles estratigráficos que presentan las diferentes capas, espesores y características propias del terreno, así como la profundidad del nivel del agua subterránea. Esto se realiza en diferentes zonas, tanto dentro como fuera de los predios de la Universidad del Azuay.
Al finalizar las dos primeras fases se obtiene información vital para proceder con la fase de construcción de pozos de abatimiento, que es la perforación de pozos entre los 20 y 35 metros de profundidad, encamisados con grava y tubería ranurada; este proceso se realiza para la recolección de aguas subterráneas de infiltración dentro de la tubería para la posterior evacuación, recurriendo a la ayuda de una bomba de extracción sumergible.
Por otro lado, en los diferentes pozos de abatimiento se implementan sensores y dispositivos electrónicos que trabajan en sinergia con la bomba instalada, cada vez que se prende para bombear o abatir agua, los datos son trasmitidos de forma electrónica, para luego mediante un software, ser procesados por los técnicos del Departamento UDA-Civil.
Considerando el alto índice de riesgo de desastre, el rector de la Universidad del Azuay, Francisco Salgado., gestionó con el Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón Cuenca, un convenio para completar los trabajos de mitigación en área del deslizamiento y así disminuir la vulnerabilidad de la zona afectada. La gestión está planteada a la espera de la aprobación correspondiente del ente Municipal.
El Departamento de Asesoría y Consultoría Técnica UDA-Civil actualmente continua con el control y monitoreo de los diferentes pozos de abatimiento (4 en total), teniendo como resultados de la captación y descarga de aguas subterráneas, cantidades considerables de hasta 9500 litros por día (dato obtenido a diciembre de 2022).
Tesis de grado
En la parte académica, el proyecto ha motivado de momento una tesis de grado además de la redacción de un artículo científico para presentarse en el próximo Foro Internacional: “Riesgo y Prevención, Vulnerabilidad y Mejoramiento” que se llevará a cabo en Colombia en el presente año.
Según el Prof. Juan Carlos de la Hiera, de nacionalidad chilena, $ 1 dólar invertido en gestión del riesgo a la ocurrencia de un desastre – es decir cuando se materializa el riesgo – puede economizar hasta $ 98 dólares a una sociedad; de allí la importancia de esta intervención.
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Por: Ing. Maritza Carrión Celi, M.Sc., miembro del Departamento de Consultoría y Asesoramiento Técnico UDA-Civil, encargada del presente Proyecto.