La calidad del aire de algunas de las principales ciudades canadienses se desplomó este miércoles a niveles dañinos para la salud, a causa del humo generado por más de un centenar de incendios que están consumiendo miles de kilómetros cuadrados de bosque en Quebec.
Toronto, la mayor urbe del país, amaneció este miércoles con un olor agrio en el aire generado por una sólida capa de humo que en muchos puntos de la ciudad impedía ver la Torre CN, uno de sus símbolos más característicos y de más de 500 metros de altura.
El Servicio Meteorológico de Canadá advirtió de que la calidad del aire en Toronto y en su área metropolitana, donde viven más de 6 millones de personas, era la peor posible de una tabla con 10 niveles, lo que supone un riesgo muy elevado para la salud de las personas.
En las calles de Toronto, el número de ciclistas se redujo este miércoles y los pocos que se veían en las calles en muchos casos portaban mascarillas para filtrar el aire.
Las autoridades sanitarias canadienses han advertido que el humo de los incendios forestales transporta micropartículas que penetran en las cavidades más profundas de los pulmones por lo que pueden suponer un grave riesgo a la salud, especialmente a personas de avanzada edad, niños e individuos con problemas respiratorios.
«Cancele o reduzca su nivel de actividad si la respiración se hace incómoda o si no se siente bien. Contacte a su médico o autoridad sanitaria local si desarrolla graves síntomas o necesita ayuda», avisó el Servicio Meteorológico de Canadá.
La pésima calidad del aire de Toronto se repetía en otras localidades canadienses como Hamilton, Windsor, Ottawa o Gatineau.
En Windsor, en la frontera con Estados Unidos junto a Detroit, el servicio postal canadiense interrumpió este miércoles la entrega de cartas y paquetes para proteger a su personal.
En zonas de Quebec, el origen de los incendios que están generando el humo que ha llegado incluso a Europa, las autoridades empezaron a distribuir máscaras N95 con capacidad de filtrado de partículas.
La situación no mejorará al menos hasta el viernes, cuando los vientos modifiquen la dirección en que se desplaza el humo.
Mientras en Quebec, este miércoles siguen activos 109 incendios forestales de los que dos se iniciaron en las últimas 24 horas.
En todo Canadá, el número de incendios activos llegan a 480 y desde que se inició el año, las llamas han consumido 8 millones de hectáreas, o 80.000 kilómetros cuadrados, por encima de lo que normalmente se quema en un año.
El año pasado, la superficie quemada fue 1.467.000 hectáreas y en 2021 4.299.448.
Las autoridades canadienses han indicado que esta es la peor temporada de incendios forestales en la historia moderna del país debido a la crisis climática.
La situación es tan grave que por primera vez en su historia, este año Canadá solicitó ayuda a la Unión Europea para controlar los incendios forestales.
En respuesta a la petición, centenares de bomberos europeos, entre ellos 100 de España, han viajado al país para colaborar en la extinción de las llamas con personal de Canadá, Estados Unidos, Australia, Costa Rica y Chile.
El contingente español tiene previsto abandonar Canadá el 30 de junio tras dos semanas en el país. EFE