‘Yogo’, mobiliario vintage con identidad

Evocar el encanto de otras épocas, con un toque original y exclusivo para armonizar ambientes con
identidad. Esa es la esencia de ‘Yogo’, un emprendimiento dedicado al diseño, producción y venta de
mobiliario para el hogar con un estilo rústico vintage.

Fundada hace 25 años por el cuencano Diego Balarezo, la empresa inició con un pequeño taller y ha
evolucionado de la mano de las tendencias y la moda, que constantemente están cambiando. Y es
que, en los últimos años, lo vintage ha regresado para protagonizar la decoración de interiores.

Después de trabajar en algunas empresas de diseño, Balarezo aprendió a hacer muebles y arrancó
con lo que él denominó su “Plan B”, dando inicio a este proyecto en el patio de su casa, con
herramientas básicas.

Su Plan A fue la Docencia, que desempeñó durante 30 años en la Universidad del Azuay (UDA), en la
carrera de Diseño Gráfico. Actualmente está jubilado, aunque dedicado a su negocio.

“Siempre he estado vinculado con la parte productiva, por un lado; y, por otra parte, con la
Docencia. Enseñar, estar siempre activo y actualizado con lo que pasa en el medio, en el mundo del
diseño, eso ha hecho que estas dos cosas fluyan y que haya encontrado un estilo propio”, señaló
Balarezo.

Portafolio y diversificación

Bajo la marca ‘Yogo’, se elaboran sillas, muebles, mesas, consolas, macetas, candelabros y variedad
de objetos en madera con acabados exclusivos, que dan a los espacios un aspecto elegante,
vanguardista y con un aire romántico.

Hace cinco años se creó ‘Macéto, Tienda de Diseño’, un showroom donde se exhiben las creaciones,
con el objetivo de fortalecer el segmento comercial; y hace dos años se sumó ‘Planta Baja’, una firma
de Arquitectura, administrada por Pablo Balarezo, hijo de don Diego.

Esta línea de negocio está vinculada a la carpintería de viviendas y locales comerciales, una sección
que se orienta a obras que se desarrollan en Cuenca y en la Costa con proyectos en Guayaquil y
Machala, entre otras ciudades.

La cartera de clientes de ‘Yogo’ está compuesta por cuencanos, pero también se concentra en los
extranjeros jubilados que residen en la ciudad y que optan por una decoración exclusiva, con un
concepto vintage, que transmite una sensación de antigüedad, con una historia por contar.

La marca genera cinco plazas de empleo de forma directa e indirectamente dinamiza varios sectores
vinculados a la venta de madera, a Ferretería, a empresas de tapicería y a talleres de metalmecánica,
que proveen de partes y piezas.

“Nos hemos mantenido por 25 años y la proyección es seguir creciendo. Estamos siempre
innovando. El taller no es muy grande y eso nos permite hacer ediciones limitadas de productos con
exclusividad, esa es nuestra característica y lo que nos mantiene en el mercado”, aseguró Diego
Balarezo.

Una nueva tienda o showroom será inaugurada en los próximos meses por ‘Yogo’, que ha hechos de
la autenticidad, su bandera. (PNH)-(I)

CITA

“En la vida siempre se debe tener un Plan B, una opción más allá de un trabajo fijo. Puede empezar
como un sueño y no es fácil, pero algún momento se convierte en el Plan A, como Yogo. No hay que
dejar de luchar”.

Diego Balarezo.
Fundador de ‘Yogo’.

DATO

La experiencia de Diego Balarezo se complementa con las nuevas generaciones de profesionales que
se suman a ‘Yogo’, en las áreas de Diseño, Producción, Mercadeo, Marketing y Arquitectura.

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