Galápagos, conocido por su excepcional biodiversidad y su papel crucial en los estudios de evolución, es un tesoro natural reconocido a nivel mundial. Sin embargo, la presión sobre este frágil ecosistema ha ido en aumento debido al turismo descontrolado, la pesca ilegal y otros factores que amenazan su integridad. Ante lo cual Lasso está negociando el canje de deuda por conservación de la naturaleza y de especies en las islas, lo cual en principio suena maravilloso.
Sin embargo, este negociado pueda abrir la puerta a la explotación comercial de los recursos naturales de Galápagos, comprometer la integridad del ecosistema, vulnerar nuestra soberanía como país en un territorio estratégico a nivel mundial, pero sobre todo desconocer el derecho de sus habitantes a tomar decisiones sobre su territorio.
Y lo más preocupante aún, quién administrará los recursos de la venta de estos servicios, y desde ya se anuncia que será una empresa norteamericana. El tema debe preocuparnos y no ser algo que sólo decida una presidencia que está en franca retirada. Mientras tanto la población de Galápagos sobrevive a una de las peores crisis de abastecimiento de recursos de primera necesidad. (O)
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