En efecto, ya nos habíamos pronunciado anteriormente, ¡PERO NADA!, y hasta la paciencia se acaba; es que nos interrumpen con tanta frecuencia que invaden nuestra rutina diaria, no entienden que tenemos derecho a vivir tranquilos y que nos respeten nuestra intimidad. No es admisible que nos encontremos en constante sobresalto ante frecuentes llamadas telefónicas, a cualquier hora, apresurándonos a responder a cada momento, pensando tal vez en lo peor, acaso accidentes de familiares o amigos, enfermedades o algo urgente, empero, con santa paciencia tenemos que escuchar vocecitas que sin esperar nuestro ¡ALÓ…ALÓ!, se lanzan a ofrecernos desde dinero que está listo para ser entregado, promociones, oportunidades de viajes de ensueño, gangas en almacenes y hasta premios que ya deben ser retirados; y lo más preocupante e indignante es que conocen nuestro nombre, trabajo, cuentas en bancos y cooperativas y capaz que nuestras debilidades.
La verdad es que a veces nos fastidiamos con la persona que llama, pero debemos reconocer que algunas no lo hacen con el afán de molestar, al contrario, están cumpliendo con un trabajo, acaso no bien remunerado y hasta abusado, muchas veces por operadores económicos que buscan captar consumidores induciendo al error o acosando a ciudadanos.
Ahora más que nunca las llamadas telefónicas deben ser atendidas con mucha cautela, cuando estamos viviendo una época de extorciones, inseguridad y el crimen organizado campea en un país donde el Presidente quiere irse lo más pronto; hemos perdido la confianza casi en todos, y la pobreza, caldo cultivo de la delincuencia, crece en un país sin rumbo.
Es necesaria la intervención de la Agencia de Regulación y Control de Telecomunicaciones (ARCOTEL), pero con eficiencia y eficacia, ante este sinfín de llamadas telefónicas que nos están invadiendo nuestra privacidad, sin que personas, organismos o instituciones intervengan para poner coto a un abuso y tropelía que avanza ante la indiferencia de los burócratas de siempre. Pero ¡NO NOS CANSAREMOS DE RECLAMAR! (O)