Un museo interactivo del tejido toma forma en Oña

El proyecto participó en programa del INPC y fue seleccionado entre las 30 mejores propuestas de alrededor de 200 postulaciones en el país.

Rosa Sanmartín
es una de las artesanas de la comunidad Morasloma que cuenta los días para que inicie la adecuación de un antiguo inmueble de estructura de baraque (lodo y paja). El bien, ubicado entre pastizales, se convertirá en el primer museo interactivo del tejido de lana de borrego del cantón Oña.

Las mujeres -de esta localidad que se encuentra a 13,5 kilómetros del centro cantonal- cumplirán un sueño para mostrar sus habilidades que heredaron de padres y abuelos. Esto será posible porque, con la empresa de producción cinematográfica y cultural “Kinosur”,  presentaron un proyecto al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) para acceder a recursos del programa “Líneas de fomento a la memoria social y patrimonio cultural”.

El proyecto fue seleccionado entre las 30 mejores propuestas de alrededor de 200 postulaciones en el país. Es, además, el único galardonado de entre las provincias del Azuay, Cañar y Morona Santiago

Rosa, de 44 años edad, asegura que el museo servirá también para rendir un homenaje a Celia Pineda, quien fue una de las pioneras en la comunidad para la elaboración de tejidos que falleció en el 2021.

Ella (Celia) era mi tía, y por eso vamos a implementar el museo en su casa para que las nuevas generaciones aprendan el arte, promover el turismo y ganar un sustento para las familias de la comunidad”, comenta.

Labor

Las integrantes de la asociación con miembros de la comunidad muestran algunas de las prendas que elaboran. / BPR

El trabajo que realizan estas mujeres que forman parte de la asociación “Teje mujeres”, de Morasloma, no es nada fácil. Se trata de todo un proceso que parte de obtener la lana del borrego para continuar con acciones como: trasquilar y escarmenar para tener el guango que permita hilar.

De esta manera, se obtiene la materia prima para tejer gorros, bufandas, fajas y hasta ponchos que se elaboran a mano o con el uso de herramientas, tales como, tejedoras grandes de madera.

Nancy Quezada, de 47 años, anhela que con la implementación del museo interactivo su hijo de 19 años se interese por continuar con el oficio, ya que ese es uno de los objetivos del proyecto para mantener vivo el arte.

Los miembros de la asociación tienen muchas ideas en mente cuando llegue la apertura del museo. Habrá demostraciones en vivo para la obtención de la materia prima y el tejido, se comercializarán alimentos tradicionales de la zona, entre otras iniciativas.

Confían que será el impulso que necesita la comunidad para frenar la migración. Será una oportunidad para vivir del turismo local. Oña. -(I)

Para proyecto se emplea un sistema en 3D

El proyecto denominado museo interactivo de tejido artesanal “Teje Morasloma”, se trata de un espacio físico que usa un sistema virtual (realidad aumentada) para mostrar en 3D el trabajo de las tejedoras.

Los visitantes podrán observar las prendas en físico y, a través de su celular, escanear las piezas para interactuar y conocer más detalles sobre las técnicas y orígenes.

Jonathan Villamar, representante de la empresa cinematográfica y cultural “Kinosur”, informó que la adecuación del inmueble se prevé que inicie en septiembre con la intención de que funcione en febrero del 2024. Además, las artesanas recibirán capacitación para que administren el espacio.

De su parte, Cristina Carrasco, directora técnica zonal 6 del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), dijo que el museo permitirá que la comunidad proteja su patrimonio, en este caso, el tejido que involucra la recolección de la lana con la cría de los borregos. (I)

Detalles

15 mil dólares es la cantidad a la que accedió la comunidad con la empresa cinematográfica y cultural “Kinosur” para implementar el museo interactivo.

34 personas integran la asociación “Teje mujeres” que han recibido apoyo de particulares y de la Prefectura para contar con herramientas.

– Los habitantes de Morasloma se dedican, especialmente a la ganadería. Desde el 2011 hacen trámites para convertirse en parroquia rural.

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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