Expertos analizaron el debate presidencial para definir a cuál de los candidatos le fue mejor, cuál perdió y si el evento sirvió para definir el voto de los indecisos.
Los analistas políticos consultados coincidieron en que el debate presidencial no cumplió con su objetivo principal: lograr que los ciudadanos acudan a votar el domingo 20 de agosto del 2023 de manera informada y que los indecisos se definan por uno de los candidatos; la metodología del evento habría sido el obstáculo para que se consiga el fin.
“El principal perdedor de la noche fue el ciudadano, sobre todo el que esperaba el debate para tomar la decisión de por quién votar, pero el evento no cumplió con las expectativas, por lo que los indecisos se van a mantener, en muchos de los casos, hasta el mismo domingo y va a decidir frente a la papeleta, como ya ha demostrado que vota al menos el 30% de los ecuatorianos”, afirmó el experto en pronóstico electorales, Francis Romero.
Para el analista político Alfredo Espinosa, el mayor error que cometieron los organizadores del debate fue frenar el dinamismo, convirtiendo al acto en una “camisa de fuerza” en la que los candidatos y los moderadores intentaron encajar, sin éxito.
“Hubo muchos perdedores, los organizadores, la metodología, los moderadores y los ciudadanos que, después del deceso de Fernando Villavicencio esperaban ver una exposición de posturas ideológicas, de planes de trabajo, los ciudadanos no encontraron eso”, afirmó Espinosa.
El politólogo Gonzalo Albán coincide en que existió falta de fluidez y aunque recalcó que era importante que los moderadores encaucen a los candidatos, para obligarlos a contestar las preguntas planteadas, sí hizo falta que se los rete sobre temas de interés de la ciudadanía o de los otros postulantes, lo cual habría puesto a prueba su inteligencia emocional, que es importante que conozcan los electores.
¿A quién le fue bien y a quién mal?
Para Francis Romero, la respuesta a esta pregunta abre varias aristas, pues los candidatos se lucieron en los ámbitos que mejor manejan, Jan Topic habló mejor de seguridad, Otto Sonnenholzner se desenvolvió en los temas económicos, Yaku Pérez se mostró conciliador, Daniel Noboa fue didáctico al explicar temas complejos y Xavier Hervas insistió en su faceta de emprendedor que ya expuso en el 2021.
En cuanto a quienes se desenvolvieron peor en el debate, los expertos coinciden en que Bolívar Armijos tuvo un problema: no entendió la metodología del evento, lo cual le llevó a cometer una serie de errores.
“Si el debate no sirvió para que los ciudadanos se definan por quien votar, sí les sirvió para decidir por quien no votar”, afirmó Alfredo Espinosa al analizar la participación de Armijos.
Para los analistas también se produjo una participación errada de Luisa González, quien centró su discurso en defender el trabajo de Rafael Correa, sin plantear sus objetivos a futuro.
“Perdió una gran oportunidad de mostrarle al país cuál es su propuesta para solucionar los problemas que le aquejan al ciudadano, no se enfocó en el futuro, solo en la nostalgia, lo cual le garantiza los votos del público cautivo del correísmo, pero no le permitió obtener nuevos votos”, afirmó Gonzalo Albán.