Quiénes son los asambleístas electos en Azuay y qué rol deberán cumplir

Leonardo Berrezueta y Mabel Méndez de la Revolución Ciudadana, Sofía Sánchez de Construye, Diego Matovelle de Acción Democrática Nacional, y Adrián Castro de Actuemos: estos son los candidatos que fueron elegidos por los azuayos para que sean parte de la nueva Asamblea Nacional.

La votación en Azuay, cuyo escrutinio, hasta el mediodía de ayer, llegó al 93,45%, dejó ver una vez más ciertas tendencias que ya se perfilaban en la campaña electoral.

Por ejemplo: el correísmo como la primera fuerza política y la preferencia por personajes que ya han estado en cargos públicos.

Para comprobar basta con hacer una revisión de la trayectoria de los elegidos por las 451.946 personas que acudieron a las urnas a votar en Azuay.

Revolución Ciudadana

La lista 5, que cuenta con el paraguas de Rafal Correa, metió a dos de sus cinco candidatos a la Asamblea Nacional. Se tratan de Leonardo Berrezueta, quien fue gobernador del Azuay, secretario nacional de la Presidencia y ministro de Trabajo, y de Mabel Méndez.

A diferencia de Berrezueta, Méndez es menos reconocida en el ámbito público porque recién en el 2021 apareció en escena, primero como suplente del entonces asambleísta Juan Cristóbal Lloret, y luego ya como asambleísta principal, tras la renuncia de Lloret para ser candidato a la Prefectura del Azuay.

Construye

El movimiento Construye, cuya principal figura fue Fernando Villavicencio, también se ganó un espacio tras elecciones efectuadas el 20 de agosto en Ecuador. Y Azuay no fue la excepción. El movimiento obtuvo un poco más del 20% de los votos de los azuayos.

Con ese resultado, Sofía Sánchez regresará a la nueva Asamblea Nacional, ya que en el 2021 ya fue electa. Sin embargo, perdió su curul tras la muerte cruzada que decretó Guillermo Lasso.

En aquel entonces, Sánchez llegó a la Asamblea auspiciada por el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. Pero el 19 de mayo de 2023 hizo público su separación debido a las “diferencias políticas” con el movimiento.

Acción Democrática Nacional

El partido que auspicia la candidatura de Daniel Noboa, asimismo logró un escaño a través de sus candidatos por la provincia del Azuay. En este caso se trata de Diego Matovelle, el candidato menos conocido de los ganadores de las elecciones anticipadas.

Matovelle hizo su primera aparición pública cuando fue candidato a la Prefectura del Azuay en las elecciones seccionales que se celebraron en febrero de este año. Sin embargo, obtuvo 23.894 votos, número que solo estuvo por encima de Magaly Quezada y Felipe Delgado.

De acuerdo a la hoja de vida de Matovelle, él se desempeña como abogado en libre ejercicio y como director ejecutivo de un estudio jurídico. Ahora, con los resultados, tendrá una silla en la Asamblea Nacional.

Actuemos

A pesar de que a Actuemos, movimiento conformado por la alianza de las listas 8-23 y que auspició a Otto Sonnenholzner, no le fue bien en las elecciones presidenciales, sí logró, al menos, poner a siete de sus candidatos en la Asamblea Nacional.

Y entre esos está el cuencano Adrián Castro, que, además de haber buscado la alcaldía de Cuenca en febrero pasado, fue gerente de la EMOV en la alcaldía de Marcelo Cabrera y director nacional de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).

Castro, al igual que Matovelle y Berrezueta, se estrenará a finales de año en una Asamblea Nacional que ya tiene una serie de actividades, por lo menos así lo ven los analistas políticos.

18 meses para cumplir

El nuevo gobierno, que se conocerá en la segunda vuelta que se realizará el 15 de octubre, al igual que la Asamblea Nacional, solo durará 18 meses. En ese tiempo los asambleístas electos en el Azuay se toparán con una realidad que no todos los candidatos la conocían: legislar y fiscalizar.

En la campaña, la Comisión Anticorrupción, Capítulo del Azuay, junto a medios radiales llevaron adelante una serie de entrevistas a los candidatos a asambleístas. Con ellas se supo que muchos de los candidatos no tenían claro lo que significa el rol de un asambleísta.

“No todos los candidatos que estaban participando, que estaban representando a la provincia del Azuay, tienen claro lo que significa el rol de un asambleísta. No saben que la Asamblea es únicamente para legislar y fiscalizar. Muchos de ellos ofrecieron obras”, comentó la catedrática universitaria Ana Cecilia Salazar, quien estuvo detrás de la organización de las entrevistas.

Contrario al ofrecimiento, los nuevos asambleístas se encontrarán con una agenda nacional que estuvo llevando la Asamblea que fue disuelta por Guillermo Lasso. Por lo menos así lo analiza Andrés Martínez, especialista en derecho constitucional.

Para Martínez, si realmente la Asamblea se pone a legislar, los 18 meses únicamente servirán para resolver las leyes que empezaron a ser tramitadas por los anteriores asambleístas, las leyes que presentó Lasso y no fueron calificadas por la Corte Constitucional, y los decretos ley que sí calificó la Corte mientras ya no existía la Asamblea.

Solo una vez revisada las leyes que quedaron a medias se podrá poner sobre la mesa la agenda propia de los asambleístas. Ante esta realidad, en el año y medio que durará la Asamblea electa, ¿se podrá hacer algo por el Ecuador?

“Intentaría ser positivo y decir sí, pero creo que los primeros meses serán bastantes conflictivos. Se van a instalar en los últimos meses del año. Y tendrán que discutir el presupuesto general del Estado”, dijo Martínez a El Mercurio.

A ese punto importante para el país se suma otro hecho: la reelección, que estará supeditada por las acciones del gobierno a través del apoyo de la Asamblea Nacional.

Sea como fuere, a los ecuatorianos por ahora les tocará esperar y fiscalizar si realmente los candidatos elegidos cumplirán con el trabajo que se les confió en las urnas. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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