Las lluvias no han caído en Cuenca por varias semanas. Si usted camina por la ciudad, fíjese que los caudales de los ríos se han reducido al mínimo. Solo se miran piedras y unos pequeños charquitos. Hace unos días llovió por la noche, pero fue por un corto tiempo. El estiaje nos va a pasar factura, porque algunas juntas de agua han decidido restringir la dotación del servicio.
Así que mi veci, cogerá agüita porque si no llueve, nos tocará bañarnos con una tacita. Si solía tomar duchas por tiempos prolongados. Cantaba los mejores éxitos de Bad Bunny o Don Medardo y sus Players, ahora tendrá que cantar solo el coro. ¡No hay chance para más!
Asimismo, si es temático de lavar el carro toda la mañana a punta de manguerazos y con el radio a full volumen, para que lo escuche todo el vecindario, le doy una mala noticia. Por este tiempo no lo tendrá que hacer, pues las autoridades han pedido a la ciudadanía que usemos el agüita lo justo y lo necesario.
Y si tiene un huertito con lechugitas, tomates o algunas frutitas o plantitas y estaba acostumbrado a regarlas con agua potable, por el momento no lo haga. ¡Racione! Porque mientras le echaba agüita y miraba el “feis” para enterarse de que algunos jueces han dispuesto que a peligrosos delincuentes se los regrese a sus “hoteles” o para ver a unas guías penitenciaras “perrear” hasta abajo con sujetos que son parte de bandas narcodelictivas, se va a desperdiciar mucha agua.
Eso sí. Tendrá cuidado si tiene complejo de pirómano o de invocar a algún tipo de dios de la lluvia. Los incendios forestales son terribles. Las llamas se salen de control y arrasan con toda la vegetación y animalitos de la montaña. No prenda fogatas o lance cigarrillos en los pastizales, porque de seguro que la naturaleza sale mal parada.
Falta unas poquitas semanas para que venga el Play Land Park, por las fiestas de Cuenca. Seguro que para esas semanas caerán torrenciales aguaceros. Mientras tanto, racionalicemos el consumo de agua. (O)