Las reacciones post electorales del Foro de Sao Paulo fueron patéticas. Ninguna congratulación con el ganador Daniel Noboa, más bien la muestra de una amarga derrota porque rompe su proyecto grupal totalitario. El 51,83 % de la votación reflejó el rechazo de grandes sectores de la población, hartos de los insultos y las promesas falsas.
Al joven presidente le espera una etapa de transición muy complicada. Empezaría con una Consulta Popular para atacar los problemas de seguridad, institucionalidad, terrorismo, economía y salud. La falta de empleo, el plan para enfrentar al fenómeno del niño, y la estrategia para palear la insuficiente dotación de energía eléctrica están en la agenda. Todo esto con un presupuesto general exiguo, el cual deberá administrarse con mesura.
Ya se han producido rompimientos en la composición de la Asamblea Nacional (AN). Un buen grupo de correistas al mando de Ferdinand Alvarez, ahora son y algunos más serán en poco tiempo disidentes de una corriente desmoronada por culpa de sus errores y escándalos “rosa”. En Construye y otros bandos también habrá novedades. Ante el clamor de unirnos para sacar al país adelante, urge crear un grupo sólido de patriotas para apoyar las decisiones del presidente electo. Ya no más acuerdos y cabildeos entre asambleístas para buscar prebendas, reparto de sectores, favores particulares y chantajes.
A algunos jueces corruptos partidarios de dejar en la impunidad a delincuentes de todo tipo, debemos ponerles un ultimátum y obligarles, con la opinión pública respirándoles en la nuca, a hacer justicia de la buena. Al CPCCS, ahora con mayoría decente, obligarles a nombrar a los titulares de las entidades de control para acabar con esta alcahuetería de prorrogar en funciones a personajes nefastos como Atamaint y cia; y, nombrar un Contralor probo para recobrar la confianza de un país asolado por tanto vaivén de inequidades.
Las amenazas del correista Iza son mal vistas hasta por los propios seguidores de la CONAIE. El Ecuador no podría soportar paros indígenas como los del 2019 y 2022 con pérdidas mayores a 3 mil millones de dólares. Ni tampoco sostener la caída de la producción petrolera por el desmantelamiento de la infraestructura del bloque 43 del ITT, con costos directos de más de 1200 millones.
La posesión del presidente Noboa, días más días menos, coincidirá con el balotaje presidencial de Argentina en donde competirán los Kichneristas con el ultra populista Massa, autor intelectual de una inflación infame soportada por las clases más pobres, y la corriente ultraconservadora de Milei. Y la pretensión del dictador Maduro de perennizarse en el poder, desconociendo a la legítima candidata de oposición María Corina Machado. (O)
