La ciudad no solo es el conjunto de estructuras arquitectónicas, de calles, plazas, industrias y comercios. La ciudad (la polis) que alberga innumerables sitios, en realidad es un concepto que habitamos y nos habita, y por ello debe ser permanentemente actualizado desde una postura ética más que cosmética. En el caso de Ecuador, las ciudades modernas no fueron fundadas por ciudadanos libres, sino por súbditos que en nombre de una corona despojaron a otros de sus territorios, su forma de existencia y su cultura. Y está bien recordarlo para entender que la evolución de la ciudad, en este contexto histórico, estuvo, está, y estará seriamente afectada por el trato que recibieron, reciben, y recibirán sus ciudadanos. De tal manera que el principal bien de una ciudad orientada a la libertad está precisamente en los gestos y las acciones que diariamente realizan sus ciudadanos para existir verdaderamente como ciudadanos (como sujetos políticos), con derechos y obligaciones en la ciudad, y no como simples extras que apenas subsisten dentro de un filme que no les pertenece. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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