Es mucho lo que se dice de la actividad minera en la actualidad. Posturas positivas y negativas han construido la reputación actual de esta rama industrial, pero lo cierto es que, este sector es uno de los que más invierten en investigación e innovación para desarrollar tecnologías y procesos más tecnificados para garantizar la sostenibilidad ambiental y social. Con lo cual se ha convertido en un modelo de referencia para otras industrias. La tecnificación e innovación en la minería son esenciales. Más ahora cuando el planeta atraviesa por una demanda de más minerales y metales necesarios para la transición energética.
Por eso, las empresas mineras están trabajando de manera activa en la aplicación de prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. No lo hacen solas. Parte del conocimiento generado nace de la interacción con otros actores como la academia, firmas certificadoras, científicos, diversas organizaciones y por supuesto las comunidades. Junto a la academia se ha promovido la participación colaborativa en investigación, la formación y capacitación, el seguimiento y evaluación de impacto ambiental, cuidado de los suelos, del agua, flora y fauna y más. Lo cual es relevante porque así se establecen líneas base que son monitoreadas de manera constante en las distintas fases del proyecto, tanto por la academia como por la autoridad ambiental correspondiente.
Compañías mineras extranjeras que operan proyectos en otros países de la región y en el mundo, han empezado a trabajar con innovadoras herramientas y procesos de minería automatizada y robótica, así como con minería inteligente y análisis de datos. Todo esto con el fin de optimizar la producción y el uso de recursos para avanzar hacia la eficiencia energética y la descarbonización. Así también para mejorar la seguridad de los trabajadores.
El hecho de tener compañías mineras extranjeras radicadas o con interés de aterrizar sus capitales en Ecuador es algo positivo. Además de las millonarias inversiones y miles de empleos que activan, asientan buenas prácticas para todo el sector minero formal y para otras actividades productivas. Un ejemplo de esto son los criterios ESG en la agenda minera, que son los medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. Los cuales, además, se alinean al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y potencian la tecnificación e innovación de procesos. Por ejemplo, la compañía canadiense Dundee Precious Metals, operadora del proyecto Loma Larga, ha adoptado estas buenas prácticas en sus operaciones en Ecuador, cumpliendo con los más altos estándares internacionales.
Por lo que países mineros por excelencia como Canadá y Australia, tienen un ranking en su Índice de Desarrollo Humano (HDI) de 15 y 5 respectivamente. Y el Ecuador, con un ranking de 95 en el HDI, puede ganar mucho al adoptar estas buenas prácticas e inversiones, cuando logre que la mayoría de su extracción minera sea legal, formal, regulada y con tecnología por medio de empresas de excelencia minera como Dundee Precious Metals. (O)