“Vigilantes comunitarias” contra la desnutrición crónica infantil

Cuatro de las cinco vigilantes comunitarias de la parroquia San Bartolomé, del cantón Sígsig, participaron en el acto para recibir la certificación y uniformes. Cortesía
Cuatro de las cinco vigilantes comunitarias de la parroquia San Bartolomé, del cantón Sígsig, participaron en el acto para recibir la certificación y uniformes. Cortesía

Narcisa Llivichuzca, a sus 54 años de edad, asume un rol importante en su parroquia San Bartolomé. La mujer forma parte de un grupo selecto de las primeras cinco vigilantes comunitarias de la salud en el cantón Sígsig que intentan combatir la desnutrición crónica infantil.

Narcisa por su experiencia, don de gente y carisma se involucró en este programa gubernamental. Así convertirse junto con sus cuatro compañeras en la mano derecha del Ministerio de Salud Pública (MSP) para llegar a sectores, donde las familias quizás por falta de recursos económicos y asistencia profesional sufren esta problemática con sus hijos, especialmente los más pequeños.

Su labor no es nada fácil. Ella comparte esta actividad con sus quehaceres en el campo, además se desempeña como vocal de la Junta Parroquial de San Bartolomé. Sin embargo, para todo encuentra tiempo con tal de servir a los demás.

Recibió la capacitación pertinente. Accedió el pasado 30 de octubre a una certificación y el uniforme de vigilante que es una gorra y chaleco de color azul para iniciar su labor.

Narcisa es tan comprometida en lo que hace que no necesitó de muchos días para ya identificar un primer caso. Se trata de una joven embarazada, a la cual, plantea abordar en los próximos días para que ella y su bebé reciban la atención médica necesaria.

Sueña con ver a su parroquia y el cantón sin casos de desnutrición crónica infantil por lo que realizará todo lo que esté a su alcance para el efecto. Una clara muestra es que con la Junta Parroquial están realizando unos estudios sobre la calidad del agua potable que consume la población para tomar acciones dependiendo de los resultados.

Garantizar la calidad del agua potable es fundamental. Esto -porque si se encuentra algún contaminante- afecta directamente a la salud. 

Labor

Las cinco mujeres laboran de acuerdo a su lugar de procedencia en la parroquia. Narcisa está a cargo de vigilar los casos de desnutrición que se presenten en la comunidad 24 de Mayo, mientras sus otras compañeras en las zonas de Pamar Chacrín, Chinín, Delegsol y Guanña.

Las vigilantes tienen una edad promedio desde los 19 hasta los 54 años.  Su propósito es que más mujeres de las 19 comunidades que componen San Bartolomé se sumen a esta iniciativa. De esta manera contar con por lo menos una vigilante por cada sector.

Están dispuestas a compartir con quienes se sumen al proyecto todas las experiencias y conocimientos que van adquiriendo con el transcurso de los días al cumplir este rol. -(I)

Sígsig con 28 % de casos

El cantón Sígsig registra en la actualidad un 28 % de casos de desnutrición crónica infantil. Así lo dio a conocer Cristian Andrade, analista de promoción de la salud e igualdad de la Dirección Distrital Sígsig.

La cifra ha variado desde que el actual Gobierno Nacional puso en marcha la Estrategia Nacional Ecuador Crece sin Desnutrición Infantil con el proyecto “Ecuador Libre de Desnutrición Infantil”. Previo al inicio del proyecto, la cifra era del 26 % en Sígsig porque se desconocían de muchos casos que con las labores de campo pertinentes alcanzaron el 31 %.

Las acciones realizadas, a partir de conocer la cantidad exacta de casos existentes, permitió un descenso de tres puntos. El Distrito aspira disminuir hasta el año 2025 este porcentaje al 18 % de casos.

Andrade recordó que la parroquia Ludo registra el mayor índice de desnutrición crónica infantil. Se prevé en los próximos días contar con vigilantes en este sector y el resto de parroquias. (I)

DETALLES

– 15 años de edad mínimo deben tener las personas interesadas en desempeñarse como vigilante comunitaria de la salud. Además de saber leer y escribir.

– Las vigilantes comunitarias cumplen una acción voluntaria y altruista en beneficio de su comunidad. El Ministerio de Salud Pública (MSP) las capacita en conocimientos básicos.

– Las interesadas deben generar vínculos de confianza con la comunidad y manejar la confidencialidad en la información de manera adecuada.