El pantalón vaquero nació con la fiebre del oro en Estados Unidos, adquirió popularidad en el cine, mostró su cara rebelde en los 70 y ahora presume de ser una prenda global y democrática e iza la bandera de la sostenibilidad.
Una larga historia que se recoge en la exposición ‘Jeans, de la calle al Ritz’, presentada este jueves en Madrid.
Los ‘jeans’, el ‘denim’ y la ropa vaquera son sin duda uno de los elementos más universales en la moda contemporánea, «la prenda más global con la que nos vestimos todos desde el siglo XX», dijo a EFE Helena López de Hierro, directora del Museo del Traje en Madrid, que acoge la muestra.
La exposición, del 24 de noviembre al 17 de marzo próximo, muestra la historia del tejido vaquero desde sus orígenes en el siglo XVIII pasando por el nacimiento del ‘jean’ a mediados del XIX hasta sus infinitas variaciones formales y textiles, pero también simbólicas y sociales.
El cine norteamericano contribuyó de forma decisiva en la consolidación universal del vaquero durante los años 40 y 50 del siglo pasado.
John Wayne, Gene Kelly, Marlon Brando, Robert Mitchum, James Dean o Montgomery Clift pusieron de moda los vaqueros, «pero fue muy trascendente la presencia de Marilyn Monroe, se ha convertido en la gran difusora del ‘denim’ femenino», comentó en la presentación Josep Casamartina, uno de los comisarios de la muestra.
También influyeron en la difusión del ‘jean’ los grupos de rock, ya desde los años 50, con todas las derivaciones del pop, hasta llegar al punk de finales de los 70 y también durante los 80 cuando proliferó el tecno o el ‘heavy’.
Las prendas vaqueras envejecidas y desgatadas tuvieron su auge a partir de los vídeos y conciertos de The Rolling Stones, Bruce Springteen o los Ramones.
La propuesta incluye más de doscientas piezas de firmas dedicadas a la confección de vaqueros y también se trata también el ‘denim’ desde la perspectiva medioambiental.
«El pantalón vaquero es democrático, no atiende a género, ni a clase social ni a edad, pero contamina», observó Carmen Silla, directora de la empresa Jeanologia que trabaja el tejido vaquero sostenible.
Su popularidad ha tenido consecuencias negativas, «como el excesivo consumo de agua, productos químicos, energía y una gran huella de carbono en su fabricación», añadió Silla.
Con un guiño a la célebre cita del diseñador francés Yves Saint Laurent, que proclamaba «¡Abajo el Ritz! ¡Viva la calle!», la exposición muestra cómo los jeans, con su enorme versatilidad y su papel de reyes absolutos de la calle, acabarían tomando el hotel de lujo Ritz con derecho propio. (EFE) (I)