Las artesanías, la gastronomía, el turismo y el patrimonio son algunos de los espacios que la gestora cultural española Carlota Álvarez Basso ve como posibles fuentes de ingreso para dar sostenibilidad financiera a los proyectos artísticos y culturales en Ecuador, a donde llegó para impartir esta semana un taller enfocado en creadores y promotores de cultura.
Álvarez Basso señaló en declaraciones a EFE que en Ecuador el sector de las artesanías «es muy potente», al igual que la gastronomía y el turismo, por lo que «una de las claves sería fusionar estos ámbitos y no trabajar solamente» en una disciplina artística, ya sea artes plásticas, cine o moda.
Esto con el objetivo de «que los proyectos tengan diferentes patas, pilares y vías de financiación», de modo que la producción artística y cultural se incardine con otra línea de trabajo que pueda tener que ver con el patrimonio, la artesanía o el folclor.
«Se trata de abrir la mirada y aunar fuerzas y disciplinas, porque es clave que el proyecto no se quede en una vía de financiación», señaló Álvarez Basso, que bajo la organización de la Embajada de España en Ecuador realizó el lunes su taller en Quito y el miércoles lo hará en Cuenca (sur).
«Una de las claves para favorecer la sostenibilidad financiera de un proyecto es llamar a diferentes puertas porque, como decimos en España, no hay que poner todos los huevos en la misma cesta», añadió la gestora cultural, que trabajó en el Museo Nacional Reina Sofía, dirigió el centro cultural Matadero Madrid y fundó el Festival de Cine de Mujeres, que se celebra en la capital española.
En total son una veintena de herramientas y estrategias para conseguir fondos para proyectos artísticos y culturales que Álvarez Basso presenta en este taller tras haberlas reunido a lo largo de su trayectoria como gestora cultural.
«Hay conceptos de gestión cultural elementales que muy pocas veces explican la universidad, como la cadena de producción de valor cultural», comentó.
Consumir cultura desde la escuela
Álvarez Basso también recalcó en la necesidad de fomentar el consumo de cultura desde las mismas escuelas y romper ese estigma de que la cultura es solo para una determinada clase social.
Remarcó la importancia «de romper ese umbral que significa cruzar la puerta de un museo, o la de un cine», porque una vez que se hace y se crea ese tipo de hábito ya no es reversible normalmente.
«Una vez que empiezas a consumir cultura continúas consumiendo cultura, y yo creo que es importante ayudar a la gente a dar ese primer paso a abrir la puerta de las galerías de arte, que además son gratuitas», explicó la gestora cultural.
«Enseñar a la gente el consumo de arte no solamente te enriquece intelectualmente, sino que enriquece también tus conocimientos sociales y tus contactos sociales. La creatividad de los artistas enriquece tu vida y ese primer paso es muy importante fomentarlo, no solamente desde los colegios, sino también con amistades», agregó.
También con la familia, a través de intentar crear proyectos culturales «intergeneracionales, que permitan que sean interesantes para los abuelos, pero también para los nietos», lo que para Álvarez Basso «es un desafío que es cuestión de programación» en la que también participe de su creación la ciudadanía.
«Creo que los programadores tenemos que estar muy abiertos y muy dispuestos a aprender a los jóvenes y aprender otras maneras de comunicación que no tienen que ver con las nuestras», apostilló.
Un aprendizaje que nunca se termina
A su vez, para Álvarez Basso es necesario que los creadores estén abiertos a las nuevas tenencias como integrar la inteligencia artificial en sus proyectos, porque «es una nueva herramienta, es un nuevo formato y es una nueva forma de crear arte, pero también de distribuirla y comercializarla».
«Toda esta cadena de producción de valor está afectada por la nuevos medios digitales, y todos tenemos que adaptarnos, porque el que no se adapte está fuera de juego», advirtió.
Álvarez Basso indicó que estos medios «están modificando el modus operandi de la creación artística y todo eso es muy válido», por lo que «todos los profesionales deben estar aprendiendo cada día» y «estar al día de los nuevos artistas y los nuevos formatos», porque «es un aprendizaje que nunca se termina». EFE