En este mundo, nada es seguro excepto la muerte y los impuestos. Los multimillonarios todavía no han alcanzado la inmortalidad, pero ciertamente se han vuelto más ágiles para evitar al recaudador de impuestos. En las últimas décadas, la globalización ha abierto nuevas posibilidades de evasión, explotadas por las empresas multinacionales y personas ricas de todo el mundo.
Durante demasiado tiempo, esta evasión ha sido aceptada como una parte inevitable de la naturaleza humana, un subproducto inevitable de la globalización. Sin embargo, la evasión fiscal y, en términos más generales, la elusión fiscal, no es inevitable; es el resultado de decisiones políticas—o de la incapacidad para tomar decisiones políticas que actúen para detenerlo. Noboa, más que enviar una reforma tributaria, debe estructurar una coalición entre la Academia y funcionarios de alto nivel formuladores de políticas para abordar con éxito la evasión y elusión fiscal, y, más ampliamente, crear un sistema tributario nacional más justo. Y creemos que es crucial que lo hagamos.
Obviamente, los ingresos que se recaudarían si hiciéramos mella en la evasión y la elusión son fundamentales a las sociedades, a medida que los países de todo el mundo enfrentan los desafíos del cambio climático, las pandemias y desigualdad, y consideren las inversiones esenciales en educación, salud, infraestructura y Tecnología.
Pero hay más que eso en juego. Si los ciudadanos no creen que todos están pagando la parte que les corresponde de impuestos, y especialmente si ven que los ricos y las grandes empresas no pagan su parte justa, entonces comenzarán a rechazar los impuestos. ¿Por qué deberían entregar el dinero que tanto les costó ganar cuando los ricos no lo hacen? esta deslumbrante disparidad fiscal socava el buen funcionamiento de nuestra democracia; profundiza la desigualdad, debilita la confianza en nuestras instituciones y erosiona la seguridad.
Una lección clave es que se pueden lograr avances si la respuesta política se adapta correctamente. Estudios señalan que el advenimiento de un intercambio automático de información bancaria, que ha restringido el secreto bancario a nivel mundial, ha llevado a una reducción de la evasión fiscal extraterritorial a un factor de tres. Aunque los bienes raíces sigue ofreciendo amplias oportunidades para que los ricos eviten y evadan impuestos, es necesario más transparencia para construir un sistema más justo y sostenible. (O)